Es difícil borrar la memoria de un pueblo entero, sobre todo la de aquellos que fueron testigos del trágico desenlace de Diana Spencer durante y después de ser la esposa del heredero a la Corona británica. Es por eso que, desde que contrajo matrimonio con Carlos III en el 2005, la actual reina consorte de Inglaterra, Camila, se ha esforzado por ganarse el cariño de sus súbditos.
Hace unos años la entonces duquesa de Cornualles expresó lo que fue vivir como la mujer más odiada por el pueblo británico. La entrevista corrió a cargo del periódico británico The Mail on Sunday y, al igual que aquella en la que Lady Di declaró que su matrimonio había estado algo abarrotado, Camila buscó la simpatía de los británicos al compartir con los medios lo que fue ser ‘la otra’ en un momento decisivo para la Corona.
Aunque nunca se quejó del constante acecho que vivió por parte de la prensa, si mencionó que fueron tiempos desagradables y que incluso le era imposible salir de su casa. “Fue horrendo. Fueron unos tiempos [...] que no le desearía ni a mi peor enemigo. No habría sobrevivido sin mi familia”. Pero también agrega que gracias a aquella experiencia ahora es capaz de afrontar los momentos más difíciles y ponerlos en su lugar.
Por su parte su hijo, Tom Parker-Bowles, recordó lo que fue crecer con las constantes persecuciones por partes de los paparazzi: “Nos seguían a todas partes y nos acechaban como fantasmas. Teníamos unos binoculares en el cuarto de baño de mamá para vigilarlos. ¡A veces había una docena!”.
La actual reina consorte también confesó que gracias a su educación temprana es que logró prepararse para vivir entre la familia real. “Tienes que reírte de ti misma porque si no puedes hacerlo es mejor que lo abandones. A veces pienso: ‘¿quién es esa mujer?’ No puedo ser yo. Y así es cómo sobrevives”. También mencionó que recurre a mirarse a ella misma con escepticismo y que agradece constantemente a sus padres por haberla dotado con buenos valores y enseñarle modales.
La historia de amor entre Camilia y el Rey Carlos III
Camila y el aquel entonces príncipe Carlos se conocieron en 1970 durante un partido de polo. Inmediatamente se hicieron amigos. Un año más tarde ella contrajo matrimonio con el oficial Andrew Parker-Bowles, mientras que el heredero al trono estaba fuera del país.
En 1981 Carlos se casó con Diana Spencer y 13 años después admitió su infidelidad con Camila. Lady Di confirmó los rumores al año siguiente durante una entrevista. Posteriormente ambas parejas se divorciaron.
Tras la muerte de la princesa de Gales en 1997, Camila desapareció casi por completo de la vida pública. Dos años después se mudó junto al príncipe Carlos y el Palacio de Buckingham comenzó una campaña para rehabilitar su imagen.
Su historia de amor encontró su final feliz seis años más tarde, cuando se casaron en el Castillo de Windsor tras obtener el consentimiento de Isabel II.
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