El 20 de diciembre de 2009 es un día triste para Hollywood, la noticia sobre la muerte de Brittany Murphy se corrió como pólvora ese día, no solo porque era una actriz que se había ganado el reconocimiento internacional a los 32 años de edad, sino también por la extraña forma en que se dio a conocer el hecho que ocurrió en su mansión de Hollywood Hills.
La historia de esta tragedia comienza en 2003 cuando la actriz compró el inmueble a Britney Spears por 3.85 millones de dólares, años más tarde, en 2007, contraería matrimonio con Simon Monjack, por lo que Murphy habitó la residencia por casi seis años hasta el día en que el 911 recibió una llamada de su madre a las 8 de la mañana, quien vivía con la pareja, diciéndole que había encontrado a su hija inconsciente en el baño principal de la casa.
En ese momento la actriz fue llevada al Centro Médico Cedars-Sinai donde fue declarada muerta. Más tarde, las investigaciones del forense de Los Ángeles arrojaron que la precipitada muerte fue resultado de una neumonía no tratada combinada con anemia e intoxicación por medicamentos recetados y de venta libre, incluidos los analgésicos y medicamentos para el resfriado, además el cuerpo no presentaba ningún signo de consumo de drogas ilegales.
Cinco meses después de la tragedia, su esposo, Simon Monjack, también fue encontrado inconsciente en la residencia y al poco tiempo fue declarado muerto en el lugar. Al igual que Murphy, el resultado de la investigación forense determinó que el deceso fue el resultado de una neumonía aguda y una anemia severa.
El misterio en la casa de Brittany Murphy
Todo esto aumentó el misterio que ya rodeaba a esta mansión, incluso este inmueble se convirtió en pieza clave de esta historia. Comenzaron las investigaciones correspondientes, e incluso se especuló que el moho de la casa fue el detonante de las muertes, sin embargo esta teoría fue descartada por el forense.
Pronto comenzaron las especulaciones sobrenaturales, pues se informó que tanto Spears como Murphy pensaban que algo extraño ocurría en la casa ubicada en la calle Rising Glen Road, en la cima de Sunset Strip. Aparentemente la estrella del pop había tenido experiencias extrañas que la orillaron a dejar la propiedad abruptamente y alojarse en el hotel Casa Del Mar, según recuerda una de sus ex maquillistas. Si bien, la actriz nunca afirmó que la situación tuviera que ver con espíritus, sí mencionó que tenía la sensación de que algo andaba mal en su residencia.
Años más tarde, en 2011, la casa fue vendida por 2.7 millones de dólares y para 2013 el inmueble fue demolido y estuvo en construcción por años. En 2020 la casa se vendió de nueva cuenta, esta vez alcanzó la cifra de 11.59 millones de dólares.
Recientemente la plataforma de HBO Max lanzó el documental “What happened, Brittany Murphy” en donde se habla de su vida y muerte, revelando detalles que nuevamente llevan a la casa al centro de atención.