No solamente tiene un sabor único y diferente, también se ha convertido en un postre referente de nuestra ciudad y ahora en estas fechas navideñas no puede faltar en tu posada o cena familiar.
Platícanos del origen y tradición del original Pan de Cajeta, ¿cuándo nace y cómo lograron abrir su primera tienda física?
Comenzamos en el 2008 como un negocio de temporada. Cada Navidad, San Valentín y Día de las Madres nos juntábamos mis hermanas, mi mamá y yo para venderles a nuestras amigas y se fue corriendo la voz.
El abrir nuestra primera tienda física fue un gran paso para nosotros y, al mismo tiempo, era lo que seguía. El reto fue perderle el miedo a ser ventas de temporada, rentábamos un local solo para esas fechas, entonces, una buena Navidad mi hermana, quien es una de mis socias, me dijo: ‘¿Nos quedamos en enero con el local?’. Entonces decidimos dar el brinco.
Originalmente el local era negro, así que lo pintamos de rosa, nuestro color estrella y con mucha emoción oficialmente nació la tienda Pan de Cajeta. Por otra parte, siempre crecimos viendo a Bike, nuestra mamá, cocinando y amando lo que hacía, entonces nos daba emoción emprender y seguir un pequeño legado de tanto que nos ha enseñado sobre la cultura del trabajo y el amor por la cocina, pues ella tiene más de 30 años de experiencia y es pieza clave de nuestro equipo.
¿Qué tipo de ingredientes utilizan para darles a sus productos ese inigualable sabor?
Nosotros exclusivamente vendemos Pan de Cajeta en diferentes presentaciones: copo de nieve, tradicional barra, bites, que son unas bolsitas con mini panes para el antojo y doraditas que son galletas. Utilizamos ingredientes de la mejor calidad, con cajeta 100 por ciento mexicana y espolvoreado con azúcar pulverizada. Bike, nuestra mamá y creadora del sabor original, siempre nos ha enseñado que lo que hace buena una receta son los detalles y los mejores ingredientes.
¿Qué es lo que hace tan especial a esta reconocida marca local?
Algo que nos caracteriza es el amor y la dedicación que le metemos a todo lo que hacemos, así como la originalidad de nuestra receta. Estamos en todos los detalles y nuestras clientas lo saben. Tener una receta estrella es un gran reto que, al mismo tiempo, nos permite perfeccionar cada aspecto y cada detalle; no por nada nuestras clientas nos bautizaron como ‘El original Pan de Cajeta’, el cual se convirtió en nuestro sello.
Nos decían ‘Es que quiero regalarlo, pero que sepan que es el original de las Gutiérrez’. Queremos transmitirles a nuestros clientes la pasión, la unión en familia y el amor por lo que hacemos. Nuestro mayor placer es acompañarlos en los mejores momentos.
Al ser un negocio familiar, ¿qué es lo que más disfrutan al trabajar juntas y cuál ha sido su mayor reto?
Trabajar en familia es un gran reto, pero siempre he pensado que es muy enriquecedor. Tengo la fortuna de semanalmente compartir ideas, soñar, proponer y compartir miedos. Además de que disfrutamos los momentos en los que trabajamos juntas empacando, en juntas de trabajo, entrevistas o podcasts, es padrísimo trabajar con mi mamá y mi hermana.
A pesar de que tenemos un solo producto cada temporada, nos esmeramos en que la experiencia desde que entras a la tienda hasta que lo consumas sea llena de amor. Ayer precisamente rompimos récord del día que más pan se ha vendido en la historia de Pan de Cajeta y lo celebramos enormemente junto a nuestro equipo.
¿Cuál es tu sentimiento como emprendedora al ver crecer tu negocio?
¡Me dan ganas de llorar! Mi corazón retumba de estar un solo día en la tienda y de ver cómo los clientes lo compran con emoción; hay gente que no lo conoce, llega y dice: ‘Me dijeron que es el mejor pan del mundo’, y sin probarlo compran para todos sus regalos. También me emociona que nos hemos convertido en referente de Monterrey.
¿Cuál es el consejo más importante que les darías a las nuevas generaciones que quieran emprender un negocio?
Primeramente, trabajar todos los días por tu sueño, todo el tiempo, mucho tiempo. Además de siempre estar en tu negocio, lo comentamos en la última reunión con mis amigas reposteras de Monterrey, si estás presente eres la chispa de tu negocio y de tu equipo. Estar en los detalles, aprender de tu competencia, escuchar a tus clientes, disfrutar lo que haces y lanzarte sin miedo.