¿Cómo es que el sexo traspasa las fronteras entre clases sociales?Realmente, ¿cuánto ha cambiado nuestra percepción de la sexualidad con el paso del tiempo? Estos son algunos de los cuestionamientos que se abordan en Blue Room, la nueva obra de teatro del director Diego del Río. En ella, una reinterpretación de La ronda, del dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler, publicada en 1900, actúan Zuria Vega y Naian González Norvind, interpretando cada una diversos papeles en una historia en la que sus personajes provienen de distintos ámbitos sociales y se conectan a través de su vida sexual.
“No es fácil ser vulnerable y exponerte de esa forma física con otro actor al hacer cinco personajes”, dice Naian Norvind sobre el reto de las escenas eróticas que involucra esta historia. “Pero eso es lo lindo del teatro, que nunca se acaban los retos a lo largo del proceso. Mientras se resuelven unas cosas, descubres otras; el teatro está vivo y nunca te aburre”.
La obra se presenta hasta el 16 de enero de 2022 en el teatro Virginia Fábregas, cuya estructura se adapta perfectamente para lograr la intimidad que esta historia demanda. “La obra es sugestiva y eso la hace aún más fuerte, más en el teatro, cuyo ambiente se transforma para que el espectador se convierta en un personaje más de Blue Room”, agrega Zuria sobre esta historia en la que ambas comparten el set con Pierre Louis y Alfredo Gatica.
Las dos actrices, además de mostrarse emocionadas por presentarse en teatro, hablaron de cómo no hubieran podido hacer esta obra de no ser por la sensibilidad de su director al preparar ciertas escenas. “Las coreografías sexuales que Diego incorporó en el escenario se convirtieron en un espacio seguro para todos. Lograron que no se castigara la obra respecto a estas secuencias de intimidad, sino que se potencializaran, porque estamos utilizando un lenguaje en común. Esto fue un gran acierto”, platica Zuria.
A pesar de que la obra tiene 121 años de haber sido escrita, ambas coinciden en que es importante seguir explorando estos temas sin los tabúes o tal vez la censura que podrían generar, especialmente en México. Esta serie de parejas de personajes, de todos los estratos sociales que se ven en un encuentro romántico, muestran cómo el deseo sexual en los seres humanos es, incluso, un instinto animal y cómo es regulado por la sociedad y sus tradiciones.
“Es una obra que los confrontará mucho y se podrán dar la oportunidad de cuestionar por qué estamos montando una obra que se hizo hace más de 100 años”, dice Zuria. “Esta obra es para dejarse llevar por la curiosidad, incluso por el morbo, y por el interés de ver cuántos personajes es capaz de hacer un solo actor”, agrega Naian, quien, tras el éxito de su protagónico en Nuevo orden, por primera vez actúa en un teatro mexicano.