Tras perder a su hijo Fernando, de 17 años, por suicidio, Óscar y Mónica buscan fomentar la consciencia en salud mental para niños y adolescentes a través de la Clínica Humind.
¿Cómo nace su interés por concientizar sobre salud mental?
Hace tres años, Óscar y yo perdimos a nuestro hijo Fernando por suicidio, y esto ocasionó en nuestra familia una cantidad de emociones tremendas, ya que el duelo por suicidio trae mucha culpabilidad, miedos y preguntas que no se pueden contestar, estrés post traumático, etcétera.
Tuvimos la oportunidad de ir a la Clínica Menninger, en Estados Unidos, donde llevamos un tratamiento que integraba varios tipos de terapia y vimos una gran diferencia de lo que hay aquí en México.
Estuvimos ahí un mes y vimos que nos sentimos realmente muy seguros de que estaban teniendo la atención personalizada. Cuando regresamos a Monterrey, empezamos a buscar cómo nos podíamos sumar para ayudar y lo que nos dimos cuenta es que casi todo está enfocado en adultos, no había nada enfocado específicamente en menores. De ahí proviene la idea de HUMIND, asociación sin fines de lucro, enfocada en la salud mental de niños y adolescentes.
¿En qué consiste el tratamiento de HUMIND?
Durante el proceso de construir HUMIND, tuvimos la fortuna de que en la Clínica Menninger, en Houston, nos apoyaran y nos propusieran a llevarlo a un nivel más allá mediante un acuerdo de colaboración para capacitar a nuestros especialistas. Ellos nos pasan el modelo de trabajo, consiste en brindarle al paciente distintos tipos de herramientas a través de un tratamiento integral, un director médico y un equipo multidisciplinario.
En un mismo lugar atendemos a la familia completa, al paciente individual y en terapia grupal, con nuestros expertos en estrés post traumático, cognitivo-conductual y psicoterapia; las decisiones se toman en equipo. El mismo caso lo vemos desde diferentes puntos de vista, la probabilidad de equivocarte se disminuye muchísimo. El paciente, desde que entra, está llevando pruebas para ir midiendo su evolución a través del tratamiento para asegurarnos que vaya mejorando.
“Hay mucho trabajo por hacer en reducir el estigma, a alguien que le duele el estómago no tiene problema en pedir que lo lleven al doctor, la mente es un órgano más y necesita ayuda, para nada es un símbolo de debilidad”.
¿Cómo podemos detectar factores de riesgo en nuestros hijos?
Podemos identificar ciertos factores que se combinan y pueden variar. Algunas señales de alerta: cambios en sus hábitos del sueño, ya sea que duerma mucho o que duerma muy poco. También, los hábitos de alimentación, cambios bruscos en el comportamiento, tristeza prolongada y continua. Cualquier persona que diga que está teniendo deseos de no querer vivir, hay que tomar eso con mucha seriedad, porque puede ser la única oportunidad de darle ayuda.
¿Cómo afecta el entorno en el que se desarrollan los jóvenes en su salud mental?
La condición de una persona está afectada por su entorno, ya sea un ambiente familiar difícil, bullying o el acceso a la información mediante redes sociales; en estos casos es necesario que la familia se involucre en el tratamiento. A veces es complicado modificar el entorno, ahí lo que ayuda mucho es darles herramientas para sobrellevar esa situación y ser más asertivos; a esa persona la empoderamos para que pueda llevar ese momento que vive. Nuestras iniciativas son, concientizar sobre la salud mental, aumentar la disponibilidad y calidad de profesionales de la salud mental pediátrica y proporcionarles los servicios necesarios.
¿Qué les motiva para seguir con este proyecto?
Nosotros nunca vamos a entender porqué Fer tomó esa decisión y es algo que hemos tenido que trabajar mucho, lo que podemos hacer es tratar de encontrar un: ¿Para qué? ¿Qué vamos hacer nosotros con este dolor? No queremos que ninguna otra familia tenga que pasar por eso, porque Fer murió hace tres años, pero seguimos viviendo un duelo. Lo que nosotros podamos ayudar a otros jóvenes y a otras familiar a seguir adelante, eso es más que todo la motivación y que la muerte de Fernando no sea en vano.
¿Qué consejo les darían a los jóvenes?
La vida no es perfecta y las redes sociales nos hacen pensar que sí lo es. Los jóvenes de hoy, a los que malamente se les llama “La Generación de cristal”, no es que sean débiles, es que están expuestos a muchos retos que nosotros no tuvimos, todo el acceso a la información y la inmediatez crea mucho estrés emocional.
Les diría que la vida tiene altas y bajas, la vida feliz continua no existe, hay que aprender a llevar las bajas y a limitarlas; un suicidio es una acción permanente para un problema temporal, si se atiende es muy probable que va a sanar, esto no acaba con el dolor de una persona, sino que lo multiplica, entonces, los invito a pedir ayuda.
Encuentra ayuda
Mediante su página web comparten un apartado de emergencia para solicitar ayuda personal, para un amigo o para un familiar.