La primera película de Matando cabos, estrenada hace 17 años, fue la catapulta que lanzó al estrellato a actores como Joaquín Cosío. Ahora, en su segunda parte, Aranda Sokol espera que le ocurra un poco de lo mismo.
La actriz, sobrina de la cantante Sasha Sokol, aparece en esta segunda entrega que continúa con la historia de los icónicos personajes de Mascarita y Caníbal.
Matando cabos 2 es el debut artístico de Aranda, quien filmó esta historia cuando apenas tenía 12 años (actualmente tiene 15). “En la primera escena, en la que abren la cajuela y aparezco dentro de ella completamente sonrojada, mi color es porque estaba muy nerviosa, no era por el calor”, confiesa.
Fue una fortuna, además, que su incursión en el cine lo hiciera al lado de Joaquín Cosío, a quien siempre todos sus compañeros de reparto admiran por su compañerismo y bondad. “¡Lo adoro! La película no solo se hizo con una buena producción, también con muchísimo amor. Todos nos juntamos, somos como la familia de Joaquín”, comenta, y agrega que el actor la ayudaba a tranquilizarse al actuar, pues sabía que era su primer proyecto.
Aranda, quien está cursando tercero de secundaria, se enfrentó a hacer el papel de una niña que sabe artes marciales y, para ello, en su audición inventó todo tipo de patadas para demostrar que tenía las habilidades para desempeñar su papel. En esta historia, con tintes más modernos que la anterior, el personaje de Joaquín no quiere que ella entrene esta disciplina y le dice que la lucha libre no es para niñas, a lo que el personaje de Aranda le demuestra lo contrario. “La lucha libre es para las niñas, niños y extraterrestres. Para todos”, dice la actriz.
Por lo pronto, Aranda Sokol se encuentra audicionando para futuros proyectos, mientras alterna con sus estudios.