Antonio Saldívar pasó de la niñez a la adolescencia con la misma rutina: escuela y trabajo. Finalmente, logró salir de la ciudad donde creció y se mudó a la CDMX para estudiar, e inicialmente, su intención era dedicarse a la estilística, pero no fue posible, por lo que optó por Turismo.
Después de un tiempo, optó por regresar para retomar su plan original de dedicarse a la estilística, y durante ese período, trabajó en diversos empleos relacionados con la industria restaurantera y también como agente de ventas. En el 2004, junto con su compañero de vida, decidieron establecer su actual salón de belleza, Minage Hair Salón.
Los desafíos que enfrentó
Trabajar en diversas estéticas fue un desafío significativo. Después de la escuela, comencé en estéticas pequeñas, donde rápidamente noté que mis conocimientos eran bastante básicos. Posteriormente, recibí capacitación intensiva que contribuyó a perfeccionar mi estilo y a comprender mejor el funcionamiento del negocio. Con esta experiencia y el respaldo de marcas, nació Minage Hair Salón.
Si no podía estudiar una cosa, opté por estudiar la otra, sobre todo porque tengo un gran amor por la gastronomía. En casa, disfruto cocinando y explorando nuevos sabores, para mí, la cocina es un espacio donde me consiento a mí mismo y a quienes disfrutan de mis comidas.
“Si tienes sueños, es hora de extender tus alas. Mi lema es: ‘Para todos sale el sol’. Creo que al hacer algo con el deseo de avanzar, de proporcionar un mejor futuro para tu familia y buscar el sustento, debes hacerlo con fe.”
¿Qué lecciones importantes aprendiste de proyectos previos?
Las lecciones de esos fracasos fueron la importancia de la planificación y el estudio previo antes de emprender un proyecto. No se debe actuar impulsivamente; estos fracasos no solo significaron la pérdida de dos proyectos, sino también de ahorros y planes.
Durante mi tiempo bajo la tutela de Arturo Andrade, aprendí la importancia primordial de la atención al cliente. Entendí que los consumidores buscan un servicio que no solo sea técnico, sino también acogedor. Aprendí a brindar calidad y a dar seguimiento a los clientes, comprendiendo que un buen servicio conlleva recompensas en forma de más trabajo y mejores remuneraciones.
¿Cómo influyeron las personas en tu decisión de perseguir tu sueño de ser estilista?
Andrés fue una influencia clave en mi decisión, al compartirle mi sueño, él me animó a luchar por lo que realmente quería. Siguiendo su consejo, confirmé que era la dirección que deseaba tomar y decidí comenzar mis estudios en este campo.
¿Cómo surgió la idea de abrir Minage Hair Salón y cuáles fueron los primeros pasos?
La historia inicia en los primeros años del 2000. Con Andrés, habíamos hablado de la idea de abrir una estética; yo ya tenía cierto conocimiento del movimiento en el ámbito y sabía cómo podríamos obtener apoyo de las marcas. Decidimos el nombre muchos años atrás, inicialmente pensado para un antro o discoteca.
"Para destacar en la industria de la belleza se necesitan varios factores, como un buen establecimiento y utilizar productos de alta calidad que generen confianza en los clientes”.
Minage Hair Salón significa vida, pasión, sustento y la inspiración para lograr la independencia financiera y ser mi propio jefe. Ha sido la clave para vivir experiencias tanto profesionales, tomando cursos en el extranjero, como personales, viajando dentro y fuera de México. Es, en definitiva, mi esencia.
Lo que viene para Antonio
Actualmente, me estoy enfocando en resaltar nuevamente mi salón. Mi objetivo es que continúe siendo un referente en la zona, proporcionando a los clientes una experiencia donde se sientan consentidos. Estoy centrado en mantener la calidad de los servicios y productos que ofrecemos, colaborando estrechamente con las marcas que nos han brindado reconocimiento.
“Me apasionan las aves de ornato y disfruto cuidándolas. También tengo un interés particular por las plantas, especialmente las orquídeas. En casa, compartimos espacio con 2 gatos y 2 perritas chihuahuas, quienes han sido parte importante de mi vida”.