Aunque son pocas las veces que la actriz Ana Serradilla decide compartir detalles de su vida privada, hace unos días platicamos con ella y pudimos conocer más sobre temas que casi nunca toca como su dinámica de familia, la maternidad o su relación de pareja.
El pretexto del encuentro con Ana fue el lanzamiento de Santa mi amor, una comedia romántica que se estrena hoy a través de Prime Video y que, de entrada, ha hecho que la actriz vea con nuevos ojos las fiestas navideñas.
“Porque es una historia muy humana y muy real. Nuestra escritora abrió el alma para contar un poco de su vida y por eso creo que nos sentimos tan identificados con Lucía (el personaje que Ana interpreta), pues es una madre soltera que a toda costa busca mantener en su hija la ilusión por la Navidad... Es una clásica película navideña, pero donde no tenemos una familia tradicional, sino a una mujer que está tratando de lidiar con la felicidad propia y la de su hija. Creo que es una película que habla de amor, pero de amor real, independientemente de los errores que podamos cometer”, comenta.
En la cinta, dirigida por José Sierra, quedan también patentes las locuras que se pueden llegar a cometer en nombre del amor, algo con lo que Ana no se identifica del todo.
“Creo que el amor se tiene que demostrar día con día en los detalles. Por ejemplo, yo con mi marido (el empresario Raúl Martínez-Ostos, con quien lleva tres años de matrimonio), nos escribimos cartitas en la noche o hay ciertos juegos personales que tenemos y que alimentan esa llama de amorcito, pero también funciona la forma en la que resolvemos nuestras adversidades... Y es que mi familia tampoco es muy común. Soy madrastra de sus dos hijos adolescentes (Luca y Mateo), y eso conlleva un acto de amor muy grande, por parte de ellos, de Raúl y mía... Por eso, el llegar a un hogar donde me abrazan de esa manera tan bonita y me hacen sentir amada, solo confirma que no se trata de hacer grandes locuras. Los pequeños detalles también tienen resultados enormes”, asegura.
Un ser privilegiado
De hecho, la nueva familia que ha formado logró cambiar la manera en la que Ana disfruta de estas fechas.
“Por como se dieron las cosas en mi infancia, no tuve ese espíritu navideño; si las familias no fluyen o no hay armonía, terminas por rechazar ese tipo de celebraciones... Pero desde que conocí a mi marido, hace siete años, me en-canta festejarlo con él, sus hijos, mi familia política y mis papás... Raúl ama la Navidad y me regaló amarla también, vivirla en familia y en unión, y eso se lo voy a agradecer siempre. Ahí te das cuenta que cada quien escoge la realidad que quiere vivir, yo podría quedarme la historia terrible, pero prefiero cerrar el año de esta manera y eso me ha dejado cosas muy bonitas”, confiesa.
Y aunque admite que el título de madrastra puede sonar muy fuerte para muchos, ella tiene muy claro lo que representa ser madre, tanto dentro como fuera de la pantalla.
“Creo que la vida me ha dado la oportunidad de vivir la maternidad de diferentes maneras. Claro que se puede ser una buena madrastra, aunque parece que salen truenos cuando dice uno la palabra, y afortunadamente la ficción también me ha permitido vivir la maternidad... Estoy muy agradecida por eso, pues, como en esta película, con Olivia Duflus (la niña que interpreta a su hija), ya es alguien que me quedo para mi vida y se puede decir que ahora ya es mi amiga más joven”, nos cuenta.
Sobre cómo piensa cerrar el año, Ana es totalmente pragmática.
“Trato de no ponerme tantas metas, sino más bien hacer un recuento y agradecer. Creo que fue un año duro, pero lleno de aprendizaje y aceptación de las cosas que no puedes controlar... De valorar lo que sí tengo y no quejarme de lo que no tengo, de mirar hacia mí y cuidarme, amarme y de rescatar a esa Ana chiquitita y protegerla, porque sigue siendo la misma que soy yo hoy”, nos dice.
Solo hay una meta que tiene clara para comenzar el 2024. “Quiero vivir cada segundo al máximo. Para mí cada minuto y cada día que me despierto, son un regalo. Me siento un ser privilegiado, a pesar de las adversidades que de pronto trae la vida, y siento que después de pasarlas va-loras más aún las cosas buenas... Son simplemente ganas de vivir, pues me parece que la vida está increíble. Con todo y que a veces parece que el mundo se está cayendo a pedazos, hay segundos muy rescatables, y yo voy a aprovecharlos, porque no sabemos en qué minuto la vida nos puede dar una vuelta”, concluyó.
Fotos: @weshootmuch
Styling: Daniela Correa
Makeup: Gerardo Parra
Hair: Fernando Pedraza