Tiene 24 años y grandes sueños por delante, es una mujer determinante y audaz; su gusto por la aviación surgió desde que era niña y lo que más disfrutaba era estar en el aeropuerto observando a los pilotos y subiéndose al avión. Sueño que marcó su vida, y sin importar los retos que tuviera que enfrentar trabajó para lograrlos. Hoy en día, para Ana representa una profesión apasionante que muy pocas mujeres se atreven a desempeñar y que a su vez implica mucha responsabilidad y consciencia, pues no es una tarea sencilla ni representa un camino fácil pero tampoco se vuelve imposible cuando realmente se quiere. “Me siento orgullosa de lo que he podido lograr, aunque todavía me falta mucho camino por recorrer”, comentó.
Desde el entrenamiento inicial de vuelo hasta su jubilación, la carrera de aviación está marcada por altos y bajos significativos que implican exámenes de vuelo, suspensos pero, sobre todo, la búsqueda del primer empleo, el cual se vuelve el reto más desafiante de esta carrera y más cuando se trata de ser mujer. Al decidir el rumbo de su carrera profesional, esta exitosa y joven mujer fue apoyada por sus padres, a pesar de ser la primer piloto aviador de la familia así como el desconocimiento y tabús que esta carrera implicaba, ya que llegaron a cuestionarse si realmente era una profesión en la cual pudiera desempeñarse y destacar.
Sin embargo, tomó la determinación de estudiar y perseguir sus sueños. Con tan solo 18 años y una maleta cargada de motivación y optimismo salió de México para instalarse en Dallas, en la escuela American Flyers. Hoy en día su carrera se va forjando, realiza viajes en vuelos privados y trata de equilibrar su vida personal y profesional. “Tienes que rodearte de gente que entienda tus horarios y se adapte a ellos. No todo el tiempo estoy volando así que mis días de descanso convivo con las personas que son importantes en mi vida”, expresó.
En esta profesión el grado de exigencia para hombres y mujeres es por igual, dijo; ya que tienen que acreditar los mismos exámenes, horas de vuelo, horas de simulador, etc., y a pesar de ello se ha sentido discriminada, no solo en la aviación sino en todos ámbitos de su vida por el simple hecho de ser mujer, aunque manifestó es algo que no tiene por qué perjudicar los planes de vida, sueños y metas.
“La igualdad de género en la aviación ha sido más difícil de ejercer ya que solía ser una profesión de hombres, pero poco a poco hemos ganado terreno demostrando que tenemos las mismas habilidades y podemos hacer el mismo trabajo y tener el mismo desempeño”, destacó.
Para Ana el ser mujer no solo representa la capacidad de dar vida, sino también significa luchar por encontrar una igualdad de género, alzar la voz, ser fuerte, una persona valiente y encontrar en otras mujeres un apoyo para seguir adelante. Ella opina que hace falta educar a las futuras generaciones para que no exista discriminación entre géneros, que haya más tolerancia hacia la diversidad. Dando el ejemplo como padres y madres, compartiendo las responsabilidades de cuidado, las tareas domésticas y fomentando la igualdad en el trabajo.
“El día internacional de la mujer, se conmemora para honrar la memoria de las primeras mujeres que lucharon por obtener los mismos derechos que el hombre, y hoy más que nunca es importante como recordatorio para reafirmar nuestra participación dentro de la sociedad”, señaló.
Uno de sus más grandes sueños es llegar a ser capitán de un Boeing Business Jet, tener una hermosa familia, sentirme satisfecha, plena y feliz, así como seguir preparándose para en un futuro ascender a capitán y volar a diferentes partes del mundo.
Consejos a las mujeres que quieren dedicarse a la aviación
“Deben de estudiar como en cualquier otra profesión, ser constantes y tener en cuenta que se van a enfrentar muchos desafíos ya que ésta solía ser una profesión más de hombres, por eso mismo sigue habiendo situaciones donde encontremos obstáculos, sin embargo, todo se puede lograr mientras tengas en tu mente a donde quieras llegar”.
¿Cómo sería el mundo sin las mujeres?
Creo que no existirían muchas cosas que existen hoy en día como el Wifi, las jeringas, lavaplatos, limpiaparabrisas, el envasado al vacío, etc. Además de que no sería posible la vida, los hombres y las mujeres somos seres complementarios y los hombres necesitan a las mujeres, así como nosotras los necesitamos a ellos.