Amanda Bynes, de 35 años, busca poner fin a su tutela después de casi una década de vivir con ella. La actriz, que durante mucho tiempo ha sufrido varios problemas de salud mental, solicitó formalmente la terminación de la tutela mediante la presentación de documentos recientemente en el Tribunal Superior del Condado de Ventura.
"Bynes también presentó una declaración de capacidad el martes, ya que California requiere que todos los casos de tutela tengan registros actualizados sobre el estado mental de un pupilo de su médico, psicólogo o practicante de curación religiosa", informó Page Six el viernes.
Una audiencia sobre el asunto se colocó en el expediente judicial a fines de marzo. Asumimos que, viendo cómo progresó el caso de Britney Spears, quien también se encontraba bajo la tutela de su padre, Amanda tomó la iniciativa para seguir su ejemplo.
Después de un colapso mental en 2013, la madre de Bynes, Lynn Bynes, se convirtió en su tutora legal. De hecho, la actriz ha lidiado con importantes problemas de salud mental en los últimos años, y anteriormente le diagnosticaron trastorno bipolar y esquizofrenia.
En 2012, Bynes fue arrestada en Los Ángeles por manejar bajo la influencia de alguna droga y al año siguiente fue arrestada nuevamente y enfrentó cargos de imprudencia temeraria, manipulación de pruebas y posesión criminal de marihuana.
Un año después, sufrió una crisis nerviosa que la llevó a ser internada en un psiquiátrico. Al año siguiente, después de que comenzara su tutela, con sus padres asumiendo el control de sus asuntos, Amanda expresó su preocupación cuando tuiteó que su padre había sido abusivo 'verbal y físicamente' con ella durante sus años de infancia. También lo acusó de ser 'incestuoso' con ella.
Sus padres negaron las acusaciones y Amanda rápidamente cambió de tono con un tuit igualmente preocupante. "Mi papá nunca hizo ninguna de esas cosas", tuiteó. "El microchip en mi cerebro me hizo decir esas cosas, pero él fue quien ordenó que me pusieran un microchip". En 2019, Bynes ingresó en un centro de salud mental luego de una recaída más.
La ex estrella infantil había planeado un regreso a Hollywood en 2018, y esa decisión contribuyó a su recaída, según se informó en ese momento.
Durante una entrevista con la revista Paper, la actriz admitió que había caído en una depresión después de filmar "She's The Man": "Entré en una profunda depresión durante 4-6 meses porque no me gustaba cómo me veía cuando era niña confesó. Nunca he dicho nada de eso".
Continuó en la entrevista, que fue la primera importante desde un colapso de 2014, para detallar su consumo de drogas: "Definitivamente abusé de Adderall", dijo, recordando cómo leyó un artículo de revista llamado 'la nueva píldora flaca' en la época en que filmaba "Hairspray" en 2007. La estrella dijo que masticaría sus tabletas de Adderall en su tráiler porque pensó que se haría más alta de esa manera.
“No sé si fue una psicosis inducida por drogas o qué, pero afectó mi cerebro de una manera diferente a como afecta a otras personas. Cambió absolutamente mi percepción de las cosas." La joven no ha aparecido en nada desde que protagonizó junto a Emma Stone en "Easy A" de 2010.
La nueva apuesta por la libertad de la estrella de Nickelodeon se produce después de que Britney Spears luchara para poner fin a su propia tutela de 13 años, que finalizó en noviembre.
En junio, Spears hizo una súplica apasionada para poner fin a su tutela en la corte, donde llamó a su padre Jamie "abusivo" y dijo que los responsables de controlar su patrimonio deberían ser encarcelados.
Britney alegó que se le prohibió casarse con su ahora prometido Sam Asghari y que le insertaron un DIU en contra de su voluntad para evitar que tuviera más hijos.
“Me siento atacada, acosada y sola. Estoy cansada de estar sola", le dijo a la jueza Brenda Penny durante su larga declaración el verano pasado. Spears comparó su situación de tutela con una persona víctima de tráfico sexual que fue enjaulada sin su propio dinero o pasaporte.
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