Alfonso Bassave y su experiencia actuando en México: “Una auténtica maravilla”

Personajes

Desde su natal España, Alfonso Bassave nos habla del crecimiento en las producciones latinas y de su primera experiencia en nuestro país. “Los mexicanos no tienen nada que envidiarle a las industrias europeas o norteamericanas”, dice.

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Alfonso Bassave y su familia ostentan títulos nobiliarios, pues descienden del Marquesado de San Eduardo.

En Europa, el actor español Alfonso Bassave ha forjado una sólida carrera tras participar en importantes producciones como Hispania, Gran Hotel, Amar es para siempre y Carlos, rey emperador, entre otras.

Sin embargo, hace poco más de un año decidió emprender un nuevo reto en México y comenzar el rodaje de Las viudas de los jueves, proyecto que lo ha puesto en la mira del público y le ha abierto las puertas del mercado latino.

“Como todas las historias buenas, profundas y con temas universales, esta novela argentina, escrita en el 2000, es fácilmente extrapolable a otro país, otra realidad u otra idiosincrasia, como lo es la sociedad mexicana, pero también sería posiblemente adaptable a un mundo como el español o cualquier otro... Los conflictos de los personajes, y los temas que trata, nos permiten ver más allá de los detalles, por lo que yo no tuve duda en aceptarlo en cuanto me llegó el proyecto”, nos comenta en entrevista desde Madrid.

El actor español actuó por primera vez en una producción mexicana en la serie Las viudas de los jueves.

Su personaje en la serie, Gustavo Maldonado, es un hombre violento que ante los demás se comporta como todo un caballero, una dualidad que a Alfonso le pareció todo un desafío.

“Los actores buscamos siempre personajes que, cuanto más complejos y oscuros, mejor... Cuando uno lee un papel como este, inevitablemente lo juzga, pues es un narcisista y un maltratador. Pero ya luego mi trabajo es precisamente hacer un viaje contrario, no juzgarlo e intentar bucear en esa alma humana que me toca representar, y entender por qué es así, pues todos los seres humanos que sufren de patologías más o menos graves, tienen un motivo para tenerlas. Otra cosa es que sean o no justificables o defendibles, pero para mí Gustavo fue un regalo, todo un reto y una búsqueda maravillosa”, compartió.

Este personaje también lo ha hecho reflexionar acerca de los temas que se deben evidenciar en pantalla.

“Afortunadamente nuestra sociedad está cambiando mucho en cuanto a conciencia y a hablar de estos asuntos, pero es increíble que hace no tanto, unos 40 años, en España no se contabilizaban las mujeres que morían a manos de sus parejas... Las bromas que se podían hacer, el trato que se daba a una mujer... Hay un montón de cosas en las que hemos avanzado, pero todavía quedan muchas por hacer”, agrega.

En España, el actor tiene una conocida carrera con producciones como Hispania, Gran Hotel, Amar es para siempre y Carlos, rey emperador, entre otras.

En cuanto a valores de producción, se dice gratamente sorprendido con el nivel que ha alcanzado la industria latinoamericana. “Es verdad que yo ya sabía que México es un puente entre América del Norte y América Latina, pues han albergado muchos rodajes internacionales, con equipos y departamentos muy bien formados, y bueno, indudablemente llevan mucho tiempo trabajando. Y ahora que está todo globalizado, los hispanos unimos fuerzas, cada vez hay más coproducciones, y eso ha fomentado la creación de nuevos contenidos... Como espectador, las cosas que estoy viendo me convencen de que los mexicanos no tienen nada que envidiarle a las industrias europea o norteamericana”, afirma.

Sobre su estancia temporal en nuestro país, el actor nos compartió que esta aventura lo sorprendió en todos los aspectos, sobre todo recorriendo las calles de la ciudad.

Ha sido una delicia de principio a fin. No recuerdo quién decía en redes sociales que cuando llegas a México, el país te abraza o te escupe, y eso me ha hecho reflexionar que a mí me abrazó, desde el minuto uno y hasta el día en que me regresé... Fue un placer en todos los sentidos. La producción fue una absoluta gozada, pero la nación, con todas sus contradicciones, fue una auténtica maravilla. Porque México es un país bueno, pero de muchos contrastes; un ejemplo es lo que se cuenta en la serie, que muestra una gran desigualdad social, y eso es algo difícil de asimilar”, comenta.

Sin embargo, asegura que estaría feliz de volver en cualquier momento y no descarta hacerlo pronto.

“Porque es un país increíblemente interesante. Tienen todos los paisajes posibles en una misma región y la gente no puede ser más encantadora. Para un español, que somos mucho más directos y asertivos, y por momentos brutos, el talante del mexicano es tan dulce y encantador, que para mí fue muy impresionante... Además, la gastronomía es una locura, así como el arte contemporáneo. No tengo duda: ahora mismo, México es el sitio”, dice categórico.

Y aunque él y su familia ostentan títulos nobiliarios (desciende del Marquesado de San Eduardo), Alfonso ve la vida distinto ahora que cumplió 43 años.

“La veo con mucha felicidad y agradecimiento, porque afortunadamente llevo 20 años viviendo de esta profesión, que es un regalo y un privilegio. Miro atrás y veo que he hecho muchas cosas, pero ahora mi prioridad es crecer como ser humano y conocerme más a mí”, concluyó.


Fotografía: Zoé Gómez

Stylist: Alan Jiménez

Makeup & hair: Efraín Espinoza

Producción: Sergio Valenzuela, Perla Ramírez y Bernardo Carreño

Asistentes: Michelle Ortiz, Vanessa López y Mara Reyes




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