Alejandro Hierro, pionero del coworking en Pachuca

PERSONAJES

Conoce el secreto del éxito de uno de los empresarios más jóvenes de la ciudad.

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Alejandro Hierro / Foto: Carlos Dayan Aparicio.

El primer modelo de coworking a nivel local fue obra de Alejandro, quien decidió emprender su negocio hace tres años. “Es un concepto que conocí en Nueva York y se me hizo una idea excepcional. Llegué a Pachuca y encontré que mucha gente tenía la necesidad de tener espacios de trabajo flexibles en cuanto a precios, instalaciones y sobre todo, que fueran útiles”, explica.

Después de estudiar la licenciatura en Negocios Internacionales en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, Hierro Murillo se aventuró a crear Pachuca Business Center. “No traje el mismo concepto que conocí, lo adapté a las necesidades de aquí. Lo empecé a trabajar, a analizar y poco a poco fue dándose. Hoy en día es una realidad y va caminando bastante bien”, asegura.

Pero el camino no ha sido fácil, Hierro tuvo que cambiar muchas cosas para ganarse a su público. “Mi mayor reto fue dar a conocer el concepto a la gente. Cuando abrí, los primeros seis meses me pregunté: ¿Qué vine a hacer aquí? Porque no me funcionaba; pero jamás pensé en cerrarlo, al contrario, me puse las pilas y empecé a ver qué es lo que estaba haciendo que no le era atractivo a la gente. Lo modifiqué, y así empecé a dar a conocer lo que realmente era el lugar.

“La gente de Pachuca es muy exigente, por eso me fue muy complicado crearles la cultura de saber trabajar a lado de alguien que no conocen. Tuve que modificar muchísimas cosas. El proyecto inicial es totalmente distinto al que es ahora, me tuve que ir adaptando con base a lo que la gente me ha dicho y me ha pedido. Y yo sé que en un año será completamente distinto a lo que hay hoy, no es un proyecto establecido que estará igual siempre”, afirma.

Y aunque ha pensado en expandirse, considera que no es el mejor momento y que la ciudad no está lista. También ha pensado llevar este concepto a otros estados, pero no puede dejar sus demás negocios en la industria de la construcción. “Lo que es una realidad es que yo empecé con tan solo 10 oficinas y a lo largo de estos tres años me expandí con seis oficinas más, un auditorio y el área de coworking; entonces en teoría llevo tres cambios en mi negocio que lo han hecho crecer. No me he estancado, eso me mantiene muy tranquilo. No quiero que la gente se quede con la idea de que no me he expandido, sí lo he hecho, no en otras ubicaciones, pero sí aquí mismo”, aclara.

Siempre le ha gustado todo lo relacionado a interiorismo y diseño; de hecho, antes de inclinarse por los negocios, cursó un semestre en Arquitectura, pero no lo convenció del todo. “Toda la vida me ha gustado diseñar y encontrar combinaciones, es un gusto que he tenido desde chico, no solo en mi persona, también con las cosas que hago día con día”.

La imagen sí importa, y más en el mundo de los negocios. Vestirse y verse bien siempre será un plus a la hora de cerrar cualquier contrato, es algo que Ale tiene muy presente. “De cierta manera tengo buenos gustos y me gusta mostrarlo a la gente, no ser el centro de atención, pero sí que la gente me vea bien y tenga presencia a donde voy”.

Así como él cuida cada detalle en su persona, lo mismo hace en sus oficinas. “Mi idea es transmitir la seguridad que tengo a las personas que me rentan y así lograr que ellos también tengan la oportunidad de proyectar una imagen empresarial, recibiendo a sus clientes en una oficina elegante y adecuada”, comenta.

Hierro se considera una persona muy dedicada, noble pero también exigente; es muy trabajador, siempre lucha por sus sueños y para ser una mejor persona día con día. Nunca se da por bien servido con las cosas a pesar de que las haga bien, siempre está buscando más allá. “En cuestión de negocios yo le entro a todo, pero eso no quiere decir que todo haya pegado, la mayoría se me han caído, pero sigo porque me gusta emprender, actualizarme y buscar la forma de lograrlo.

“El consejo que le puedo dar a todos los jóvenes emprendedores es que nunca se den por vencidos y que nunca se cierren a nada. El secreto es ser constantes. La constancia para mí fue lo que hoy en día me ha permitido durar con este negocio tres años; porque si yo no hubiera sido constante durante los primeros seis meses que no tuve nada, lo hubiera cerrado. Nunca se den por vencidos ni den por hecho cosas que a lo mejor uno nunca sabe”.

Cada uno de sus éxitos, tienen nombre y apellido. Todo lo que ha logrado hasta ahora se lo debe a su mamá, que ha estado siempre con él incondicionalmente. “Sin duda es mi mayor inspiración. Tengo muchas personas que me inspiran a ser mejor persona pero mi mamá para mí es todo en la vida. Mi abuelo también es un gran ejemplo para mí; sin ellos y sin toda mi familia no estaría en donde estoy ahora”, concluye.

“QUIZÁ PUEDAS ESTAR MUY CANSADO, PERO NO SABES SI ESTÁS A PUNTO DE LLEGAR; LA MENTALIDAD POBRE HACE QUE TE REGRESES SIN SABER QUE ESTÁS A UN PASO DE LOGRARLO”.

MÁS DE ÉL

Una de las grandes pasiones de Alejandro son las motos. Desde los tres años, recuerda haber practicado a lado de su papá. “Yo no me acuerdo mucho de él, solo de algunos momentos claves, pero un recuerdo inolvidable es él dándome una vuelta en su moto”, cuenta. Hierro relaciona mucho este deporte con el trabajo y encuentra en común algo muy importante: la disciplina. “Siento que los dos se complementan de una muy buena manera, porque me ayudan a comprobar que el ser constante y estar trabajando sobre lo que quieres, siempre te va a llevar a lograr tus metas”.

“SI EN EL TRABAJO NO TIENES DISCIPLINA, NO VAS A LOGRAR ABSOLUTAMENTE NADA; SI EN LA MOTO TAMPOCO LA TIENES, NUNCA GANARÁS UNA CARRERA”.


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  • Alisson Moreno