El arte de la cerámica es una travesía repleta de inspiración, emociones y narrativas. En esta entrevista exclusiva, Alejandra Melo comparte detalles sobre su proceso creativo, revelando el tiempo y el cuidado dedicados a cada obra en las que sus piezas se transforman en un mensaje único.
Ale, en tus obras se destaca un concepto verdaderamente especial: el corazón. Pero nos surge la curiosidad de indagar más a fondo contigo, ¿cuál es el significado que este símbolo tiene para ti?
Para mí, el corazón tiene un significado sumamente especial, ya que simboliza el núcleo íntimo de cada persona. Este órgano esencial es verdaderamente singular, reflejando un conjunto de emociones, deseos, anhelos y sentimientos. A su vez, es la fuente vital que impulsa la existencia de todos los seres vivos, porque sin el corazón no podemos sobrevivir.
¿Cuál crees que sea el impulso característico de tus obras?
Yo creo que el sello distintivo de mis obras conlleva a sus emociones, tienen su propia narrativa y significado, de manera similar a como cada persona tiene su propia historia única. La pieza se convierte en un portador de recuerdos diversos, al mismo tiempo que despierta una variedad de emociones y sentimientos.
Personalmente, me llena de alegría escuchar los testimonios de aquellos que han adquirido mis creaciones. Saber que al contemplar mis corazones en sus espacios les brinda felicidad y paz, especialmente si han atravesado por momentos de pérdida que les traen recuerdos hermosos, es para mí una fuente de satisfacción y motivación.
¿Cuándo encontraste el momento preciso para plasmar tu corazón de manera abstracta en el arte de la cerámica?
Todo comenzó en plena pandemia, en el 2020. Y es que con todo el tiempo libre que tenía, decidí aventurarme en nuevas técnicas de arte, así que empecé haciendo cuadros, dibujos y todo tipo de manualidades, hasta que, de repente, se me ocurrió hacer un corazón tridimensional. Pedí todos los materiales y, a base de prueba y error, me lancé a hacer mi primer corazón. Al final, decidí quedármelo como recuerdo de mi primera creación.
¿Cuáles serían las intenciones especiales de tu trabajo?
Mi deseo es que cada persona logre conectar con la emotividad que cada corazón lleva consigo. Disfruto haciendo detalles únicos a cada pieza, asegurándome de que sea irrepetible y especialmente diseñada según las intenciones de cada persona.
Mis corazones suelen destinarse a individuos en situaciones diferentes y especiales, ya sea para celebrar aniversarios, cumpleaños o logros significativos. Además, los creo con la intención de conmemorar y recordar con amor, así como con cariño, a aquellos seres queridos que han partido, siempre otorgándoles un toque personal y especial a ellos.
“Espero que mis creaciones sigan expandiéndose y que lleguen a un público cada vez más amplio, logrando conquistar los corazones de muchas personas”.
Crear arte con cerámica, sin duda, presenta muchos desafíos, ¿podrías compartir cuál ha sido la obra más complicada que has realizado, especialmente en términos de detalles?
La obra más complicada fue un corazón gigante llamado Amor Enorme, y créanme, lo describe a la perfección. ¡Me tomó más de un año en terminarlo! Al ser casi tres veces más grande de lo que normalmente los hago, representó un desafío considerable. Tuve que replantear por completo mi proceso habitual y experimentar con métodos diferentes para lograr crear una pieza así de grande.
Existe un proyecto en particular que nos llamó mucho la atención, el de estilo industrial, ¿podrías hablarnos sobre el proceso de creación de esta pieza y qué te motivó a incorporar mezclas reales más allá del ámbito de la cerámica?
Esta obra posee un significado sumamente especial, ya que la dediqué con gran orgullo a mi papá; él dirige una empresa dedicada a la calibración y venta de equipos de medición. Las piezas incorporadas en este corazón son elementos con los que trabajan diariamente en su trabajo. Mi papá me proporcionó estas piezas con la libertad creativa para realizar una pieza única y así fue como decidí incorporar piezas y herramientas metálicas en este corazón.
En términos generales, ¿cuánto tiempo sueles invertir en la creación de una obra, ya sea en la nueva presentación o siguiendo una presentación más tradicional?
Cada una de mis piezas sigue un proceso único y lleva su propio tiempo, pero en líneas generales, suelo dedicar alrededor de 10 a 15 días para completar cada obra de manera integral. Todo comienza con una conversación profunda con la persona, en la que comparten algo de su historia y el significado que desean atribuirle a la pieza. Después, exploramos sus preferencias, incluyendo gustos personales y la elección del color base que desean.
Luego viene la parte divertida, escoger los elementos que quieren incorporar, como flores, mariposas, alas, hoja de oro o lo que quieran. Y para darle el toque final, les ofrezco opciones como colocar la pieza en una base, en un marco o dejarla por sí sola. Con todas estas decisiones claras, se da inicio al apasionante proceso creativo.
Finalmente, más allá del tema del corazón, ¿hay alguna otra idea que desees expresar a través de la cerámica o tienes otro tipo de arte que te gustaría explorar en el futuro?
Quiero llegar a explorar más elementos diferentes que me inspiren con el tiempo y poder plasmarlos con la cerámica; me gustaría aprender el arte de soplado de vidrio y experimentar con diferentes técnicas. En mi perspectiva, el arte es un horizonte infinito, un universo de creatividad que abre las puertas a nuevas y emocionantes aventuras.
Explora su arte
Instagram | @pulso.am