La actriz mexicana de 35 años, Aislinn Derbez, tiene un podcast llamado “La Magia del Caos”, por si no lo conoces, en él, comparte muchos detalles sobre su vida personal, los cuales pone en prospectiva y en esta ocasión hizo una confesión respecto a la forma en que vivió su infancia tras las constantes pelas de sus padres Eugenio Derbez y Gabriela Michel, quienes no mantenían una relación sana.
Se trató de un episodio más llamado “¿Cuáles son las claves de la crianza consciente?” en el cual tuvo de invitada a Vanessa Grunwald una experta en crianza infantil, donde tocaron muchos temas especiales para el desarrollo de los niños de la mano de sus padres, donde el tema principal fue el cómo transmitir a un niño que sea responsable de sus emociones y verlo como un igual y no como una persona ignorante o incapaz de hacer cualquier cosa, poniendo en alto el respeto.
Entre muchas palabras, comentó que siempre en las decisiones respecto a su hija, procura estar de acuerdo con Mauricio Ochmann y de no ser así lo platicaban y ejemplificó: “Te lo digo porque yo lo viví y yo viví una infancia en donde mama odiaba papa y se gritaban y se decían c osas espantosas, y uno decía una cosa y entonces se retaban en frente de mí y era lucha de poderes y era hablar mal el uno del otro”.
La modelo comentó que considera que este tipo de discusiones son terribles y que los papás no entienden el daño abismal que están haciendo a sus hijos, destacando la importancia de ser adultos y poder colaborar en equipo.
Por otra parte Aislinn ha dejado claro que trata de dar lo mejor para poder darle una crianza digna a Kailanni, tratando de cambiar los patrones que dejaron marcada su infancia. Algo importante de sus consideraciones es respetar las ideas de Mauricio respecto a la forma en que toma sus decisiones siempre y cuando no haya algo que pueda poner a su hija en peligro.
A lo largo de la conversación también confesó que trata de dar giros diferentes a las conversaciones con su pequeña, pues se dio cuenta que el preguntarle todos los días lo mismo debe de ser tedioso para ella, por eso trata de entenderla y darle una comprensión diferente, manejar los berrinches de una forma madura en lugar de regañarla, la hace sentir comprendida.
Por medio de la honestidad procura no crear confusiones, haciéndose responsable de sus emociones para poder ser escuchada y que su relación madre e hija sean funcionales.