El 2020 ha significado una reestructuración total para Aislinn Derbez. Además del confinamiento por la pandemia mundial, este año fue el fin de su matrimonio con Mauricio Ochmann, tras tres años de casados, y con quien tiene una hija. También es el año en el que ha decidido retomar una inquietud que tenía desde pequeña de cuestionar el sentido de su existencia y que en parte dio pie para la creación de su podcast La magia del caos.
El caos… ese del que necesitamos de vez en cuando para reordenar nuestras vidas, para poner todo en perspectiva y para deshacernos de lo que nos impide crecer. La actriz tiene muy claro que dentro del caos hay magia, como el nombre de su programa bien lo indica: hay cambio y hay evolución.
“De las cosas que me daban más pánico eran tener que enfrentarme a una separación. Me acuerdo perfecto que me casé diciendo: ‘Con este me quedo para siempre’, y la vida nos confronta y nos pone en situaciones que nos apanican”, platica la hija de Eugenio Derbez en su primer podcast. El actor siempre la apoyó en su búsqueda de distintas religiones y disciplinas, aunque cuenta que siempre bromeaba al decirle: “¿Ahora con cuál charlatán me vas a salir?”
Con el tiempo Aislinn se dio cuenta de que no hay una verdad absoluta y que el crecimiento y lo que le funcione a cada quien para crecer y sentirse bien es un proceso individual. Parte de esa búsqueda se encontraba en su necesidad de evadir y tratar de ahorrarse el dolor y la incertidumbre.
“La vida me fue enseñando a palazos que no funciona así”, dice y agrega que como quiera le ha terminado pasando todo aquello que ha querido evitar.
Platicamos con la actriz desde Los Ángeles sobre cómo se encuentra en este momento, que describe como un proceso personal y creativo crucial para su vida, aunque confiesa que la ha hecho sentirse más en balance consigo misma que en otras temporadas de su vida. “Me siento en paz genuinamente. Estoy muy contenta con la mujer y mamá en la que me estoy convirtiendo”, asegura.
En tu podcast dices que “sin cambio no hay evolución”… ¿qué sientes que tenías que cambiar?
Creo que la clave fue soltar la idea de que tenía algún tipo de control sobre lo que sucede en mi entorno. Si bien no me considero una fanática del control, existían varias estructuras y moldes que tenía taladrados en la cabeza. Entonces creo que la puerta hacia un crecimiento personal profundo llegó cuando la vida me reto a soltar y enfocarme en mi bienestar.
¿Hacia dónde quieres llevar La magia del caos?
Tengo muchas ideas, ¡aunque todas son sorpresa! Las iré compartiendo poco a poco, pero a grandes rasgos la idea es que La magia del caos sea el paraguas de diversas iniciativas dedicadas al bienestar emocional y la evolución interna.
En estos espacios que te has dado para reflexionar, ¿qué has descubierto de ti?
He reafirmado que los cambios profundos comienzan de adentro hacia fuera. Cuando tú haces el trabajo interno necesario, lo que está en el exterior se empieza a mover. Llegué a la conclusión de que los problemas no están allá afuera en la calle, sino dentro de mí y soy la única responsable de resolverlos. Por eso creo que tenemos que ser muy cuidadosos con verdaderamente hacernos cargo de nosotros mismos y de nuestras emociones, sin embarrar a los demás.
En La magia del caos también hablas mucho de darte tu tiempo. Cuando tú te dejaste sentir y te diste esos espacios, ¿qué fue lo que pasó?
Cuando me dejé sentir me di cuenta de que habían temas no resueltos en su totalidad que tenía que atender. Entonces me enfoqué en mi crecimiento personal y entendí de manera muy clara que si yo me sentía de equis manera, era probable que muchas personas también se sintieran así y que era momento de poner mi granito de arena, aprovechar mi plataforma y compartir las herramientas que a mí me ayudan.
Desde pequeña te has interesado por estudiar todo tipo de religiones y disciplinas, tienes mucha información de corrientes filosóficas… ¿qué has encontrado para ti que te funcione?
La mayor enseñanza para mí ha sido la importancia de fluir y abrazar la incertidumbre. Creo que es un concepto en el que todas las religiones y todas las corrientes filosóficas concuerdan y me parece valiosísimo adoptarlo, porque deriva en la comprensión de que no podemos aferrarnos a nada y tenemos que enfrentar la vida como viene.
¿Qué estás leyendo ahorita?
Raising our Children, Raising Ourselves, de Naomi Aldort.
¿Tuviste alguna especie de catarsis cuando dejaste de evadir tus miedos e incertidumbres y viste esa magia del caos?
¡Claro! Yo le tenía pánico al caos y quería aprender por las buenas, (saltándome todo el dolor que surge del caos). Pero la vida es muy sabia y me hizo entender a la mala que no hay manera de predecir qué va a pasar mañana, que nada está asegurado y que esa es la belleza de estar aquí. Me cayó el veinte de que no hay de otra más que agarrarle cariño a la impermanencia y los regalos inesperados de la vida.
El aprender del caos y todo lo que brinda incertidumbre es uno de los temas centrales de tu podcast, ¿qué has aprendido o te has llevado hasta el momento de todo lo que estamos viviendo como humanidad?
Creo que vivíamos a un ritmo que no nos permitía voltear la mirada hacia dentro y analizar lo que encontramos. Entonces yo veo la pandemia como una oportunidad de replantearnos quiénes somos y cómo nos estamos relacionando con los demás seres humanos y la naturaleza. Pienso que es un buen momento para hacer a un lado las estructuras que ya no funcionan.
Fue linda la honestidad con la que le respondiste a tu hija cuando te preguntó si estabas triste en un live. ¿Tratas de manejar las cosas con ella de la manera más transparente posible?
Sí. Creo que si mi intención es criar una hija sana emocionalmente, que valide sus emociones y las externe, no puedo darle un mal ejemplo. Ella va a aprender su noción de “correcto” e “incorrecto” de sus papás y si le enseñamos que sentirse mal un día es perfectamente normal y no tiene por qué dar vergüenza, ella va a normalizarlo y va a sentir la libertad de expresarse.
¿Este año cambió el significado que tienes de lo “seguro”?
¡Si! Tiré a la basura la ilusión de seguridad y control que muchas veces nos paraliza y creo que ha sido una de las mejores decisiones que he podido tomar en mi vida.
En tu podcast con Odin Dupeyron, ambos hablan de un tema interesante que son las etiquetas, ¿cuáles dirías que has eliminado recientemente?
Uy, varias, pero creo que la más importante que me quité fue la de “mejor mamá del mundo”. Solté la idea de ser la mamá perfecta que nunca está cansada, que todo le sale perfecto y la cambié por darme chance de ser mamá y punto.
Este año que atravesamos la pandemia, es el mismo en el que tú además pasas por un divorcio y posiblemente una reestructura de muchos temas personales. ¿Cómo encuentras el orden, la adaptación o la tranquilidad entre tanto cambio?
Creo que el nuevo orden en mi vida se ha ido formando sobre la marcha. Justo se ha tratado de fluir y cooperar con lo que va llegando. Sin embargo, creo que nunca hubiera podido lidiar con todo lo que he pasado en el último año si no hubiera encontrado gente maravillosa y súper preparada que me guió durante la transición y me ha coacheado con herramientas que, estoy segura, me van a servir para el resto de mi vida.
Y, finalmente, creo que la tranquilidad durante cualquier proceso viene de aceptar que no puedes controlar nada más que tu propio crecimiento interno.
¿Qué fue lo más transformador que llegó tras ese caos?
Yo creo que darme cuenta de mi fuerza y mi capacidad para moverme hacia adelante.
En esta búsqueda que todos hacemos de la felicidad y de lo que nos acomoda, ¿qué sigues buscando Aislinn?
Pregunta complicada… Creo que no estoy buscando la felicidad. Para mí el concepto de “buscar la felicidad” implica correr un maratón para llegar a una meta donde todo se supone debe ser perfecto. Pienso que más bien se trata de disfrutar todo el camino por más cliché que suene. Entonces estoy fluyendo, estoy disfrutando a mi familia y estoy poniendo todo mi esfuerzo y dedicación en proyectos creativos como La magia del caos que me llenan el corazón.
¿Cómo logras ver la imagen completa y darte cuenta de que las emociones son temporales?
Sin duda, cuando algo te duele o te genera ansiedad, juras que va a durar por siempre, pero creo que ahí está el truco: en no asumir que las situaciones que se te presentan te definen. Creo que todos tenemos la capacidad de elegir si tomamos las situaciones negativas o los inconvenientes como una enseñanza o como una señal de que el universo nos odia. Yo prefiero creer que todo es temporal y que estamos aquí para aprender y trascender.
¿Dirías que hoy te sientes en paz?
Totalmente. He soltado, me ha dolido, me he dado chance de que duela y he elegido tomar los baches en el camino como aprendizajes que hoy agradezco enormemente.
Retomando lo que hablaste en el podcast con Santiago Molano, ¿qué dirías que vas a sembrar ahora diferente para tener una cosecha distinta o incluso mejor?
Honestidad al 100 por ciento conmigo misma. Pienso que a veces, en función de nuestro condicionamiento social, vivimos en moldes y no nos permitimos ver nuestro potencial y escucharnos a nosotros mismos por miedo a que se presenten cambios y nuestra realidad se altere.
Pero si algo he aprendido de un tiempo para acá es que lo más importante y lo que me lleva a moverme hacia adelante es ser honesta conmigo respecto a lo que pienso y siento.
¿Qué mundo quieres construir para ti, Aislinn?
Yo creo que más que pensar en el mundo que sería ideal para mi, prefiero construirme a mí misma para poder disfrutar plenamente el mundo que ya hay.
¿Tienes planes de seguir actuando o planeas pausarlo?
¡Claro que quiero seguir actuando! Siempre y cuando se trate de contenidos interesantes, divertidos, retadores o con mensajes importantes. De hecho, viene una sorpresa con La casa de las Flores… Y, ya que estamos en esas, me encantaría producir mis propios proyectos e, incluso, también dirigir.
yvr