Adriana Louvier nos comparte una reflexión sobre las mujeres en Pacto de silencio

Personajes

A punto de estrenar la serie Pacto de silencio, la actriz nos habla de cómo las mujeres han ido ganando terreno en la industria del entretenimiento

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La actriz estrena la serie Pacto de Silencio, en Netflix, junto a Marimar Vega, Litzy, Chantal Andere, Kika Édgar y Camila Valero.

Con dos décadas de trayectoria, Adriana Louvier parece no tener límites. Lo mismo hace teatro que cine o televisión, comedia o drama, papeles protagónicos o secundarios... Para esta multifacética actriz, lo importante es seguir contando historias capaces de conmover o hacer reflexionar al público.

Su más reciente proyecto es un claro ejemplo. Se trata de Pacto de silencio, una serie de 18 capítulos que está a punto de estrenarse en Netflix y en la que comparte estelares con otras expertas del melodrama: Chantal Andere, Kika Édgar, Marimar Vega y Litzy.

"Es una historia muy fuerte que mezcla el drama con el suspenso y trata sobre cuatro jovencitas de 15 años que están estudiando en un internado. De pronto, una de las cuatro se embaraza, pero nunca se sabe quién de ellas es ni qué pasa con la bebé; 20 años después, esa hija (interpretada por Camila Valero) regresa para investigar cuál de ellas es su verdadera madre... Y en cada episodio se van descubriendo más cosas, así que la trama te va atrapando y haciéndote pensar sobre lo importantes que son las decisiones que tomamos cuando somos adolescentes”, nos platica Adriana.

Sobre el hecho de que este proyecto llegue a una plataforma que suma casi 240 millones de suscriptores, con presencia en 190 países, la actriz agradece que las etiquetas dentro de la industria vayan desapareciendo.

"Hoy más que nunca debemos estar unidas", reflexiona la actriz sobre las mujeres.

​“Creo que es una fortuna que actualmente ya no exista esa división que antes había para clasificarnos. He trabajado con muchos actores que en su momento hacían teatro y de pronto querían entrar a la televisión o a las plataformas, y viceversa, pero no era nada fácil... En mi caso en particular, siento que he tenido la ventaja de estar yendo y viniendo en los diferentes medios, pues para mí siempre ha sido algo natural, así que me he librado de sentirme encasillada”, confiesa.

Fuerza femenina

Sobre el hecho de compartir los créditos principales con otras actrices, Adriana afirma que es una muestra de cómo las mujeres han ido ganando terreno en una industria que por mucho tiempo fue considerada masculina.

“Antes casi todos eran hombres y, efectivamente, creo que había pocas posiciones de poder o de decisión en los proyectos para el sexo femenino... Hoy hay más productoras, como en esta serie, que está encabezada por una mujer. Hubo también una fotógrafa dentro del equipo, y en los diferentes departamentos había también varias compañeras, además del elenco, donde obviamente predominamos las mujeres”, señala.

​Sin embargo, Adriana considera que este cambio en la sociedad se debe a motivos que pocas veces se comentan. “Afortunadamente, desde hace un tiempo ha ido creciendo un mensaje de sororidad entre nosotras. Pienso que en México y en Latinoamérica, todo lo que sucede con los feminicidios y la inseguridad que vivimos ha fomentado esa unión entre las mujeres... No creo que sea el único motivo, pero claro que ha influido. Lo vemos continuamente en televisión, en redes sociales y en las pláticas que tiene una con sus amistades... Yo particularmente siempre he tenido grupos fuertes de amigas, a través de los cuales nos ayudamos y apoyamos, porque hoy más que nunca debemos estar unidas”, dice.

La sororidad y amistad femenina son algunos de los temas que se tratan en Pacto de silencio, la nueva serie de Adriana Louvier en Netflix.

Lo que está sucediendo

Al hablar de inseguridad, Adriana recordó el difícil momento que vivió hace casi 16 años, durante un intento de secuestro junto a su expareja, el también actor Mauricio Barcelata. Y aunque agradece que aquella experiencia resultara solo en el robo del auto en el que viajaban, la lleva a comparar la situación actual que se vive en nuestro país.

“Creo, en definitiva, que estas escalas de violencia reflejan lo que está sucediendo en la sociedad. Y hablando de política, es tremendo, porque a veces no sabes si la persona que está ahí para cuidarte en realidad es la que te va a cuidar”, apunta.

Admite que son temas complejos, pero la actriz está convencida de que es momento de levantar la voz.

“Porque a veces una se siente sola, pues, como todos sabemos, hay una impunidad y una corrupción muy fuertes. Todos los días suceden millones de cosas, se sabe perfectamente bien dónde están las personas que roban, que asaltan, que violan, que secuestran, y no pasa nada... Sí creo que, obviamente, nosotros debemos hacer nuestra parte como ciudadanos, pero en definitiva las autoridades nos tienen que proteger, pues tenemos todo el derecho a vivir con tranquilidad y a sentirnos seguros donde sea que estemos”, agregó.

Una mujer entregada

A pesar de esto, Adriana prefiere ver el lado positivo de las cosas y enfocarse en su carrera. En los últimos años se ha dedicado a trabajar sin pausa en proyectos tan variados como la serie La mujer del diablo, la telenovela Caer en tentación y la película ¡Que viva México!, dirigida por el polémico cineasta Luis Estrada.

En el aspecto personal también se encuentra plena y está a punto de celebrar siete años de matrimonio con el modelo y fitness coach Carlos Augusto Salas.

“Ha sido una etapa maravillosa, de mucho trabajo, pero aprovechando esta pausa, por ahora voy a viajar con mi esposo. Nos encanta conocer nuevos lugares o volver a los sitios que nos han gustado, así que ese es mi único plan por el momento. Ya regresando veremos qué otros proyectos se presentan”, nos cuenta.

En los últimos años ha aparecido en proyectos como la serie La mujer del Diablo, la novela Caer en tentación o la película ¡Que viva México!

Esta pasión por los viajes le viene desde que era adolescente, una etapa que ahora recuerda con particular cariño. “Siempre he sido muy amiguera y, aunque no fui muy buena estudiante, me gustaba la sociología, la historia y todo lo que tenía que ver con esos temas... Me encantaba salir, y ahora, a raíz del rodaje de Pacto de silencio, he valorado más esos años de mi vida. Es una época durante la cual aprendes a forjar vínculos y, aunque la familia y los novios ocupan un lugar, lo más importante en tu vida son las amigas, que es algo que se refleja mucho en esta serie... De hecho, al igual que el personaje, yo tengo a mis amigas de cuando teníamos 12 o 13 años. Y aunque nuestras vidas quizá son diferentes o nuestros gustos han cambiado, los lazos que nos unen son para siempre”, asegura.

Una adolescencia feliz

Y cuando piensa en la adolescente que fue, Adriana tampoco titubea al pensar qué mensaje le daría en este momento de madurez.

“Por un lado le diría: ‘¡Qué padre que te la has pasado increíble! Qué bueno que viviste, saliste, viajaste y conociste el mundo’... Realmente me atrevería a decir que fui una adolescente muy feliz, pero, por otro lado, me aconsejaría que no tuviera prisa por crecer. A veces cuando estamos en esas edades, queremos sentirnos más adultos, sin saber que estamos viviendo una etapa que es padrísima e irrepetible”, comenta.

Satisfecha por el camino recorrido, la actriz asegura que ha cumplido todos los sueños que tuvo en su juventud.

“Totalmente sí. Justo el otro día estaba reflexionando sobre eso y llegué a la conclusión de que una siempre ve hacia delante porque tratamos de tener metas y expectativas en la vida. Pero qué importante es voltear hacia atrás y saberse satisfecha, porque has realizado todo lo que algún día soñaste, y sentirte agradecida por ello... En mi caso miro el pasado y realmente estoy muy complacida por lo que he logrado, siento que soy una mujer realizada y eso me hace sentir muy bien”, finalizó.

Adriana Louvier inició su carrera artística hace 23 años en novelas televisivas, tras graduarse del CEA.

De vulnerabilidades y secretos

La preocupación por los temas sociales, llevó a Adriana a pensar en sumarse a varias causas benéficas, aunque está convencida de que cada persona puede generar el cambio desde su propia trinchera.

“Ganas no me faltan. Creo que sería interesante y me gustaría tener un papel más proactivo en alguna fundación, pero también pienso que conlleva una gran responsabilidad y que se necesita tener el estómago fuerte para enfrentar todo lo que involucra estar en medio de algo así… Además, siento que como actriz uno puede involucrarse también en proyectos que hablen de ciertas situaciones, sirvan como denuncia y que ayuden a llevar un mensaje a los demás”, expresó.

Dueña de sus silencios, la actriz también ha aprendido a ser discreta con las cosas que comparte.

"Les voy a decir qué pasa no solo como persona, sino como actriz. Los actores tenemos que estar siempre muy en contacto con quiénes somos, con nuestras emociones y con el momento por el que estamos pasando… La propia carrera te lleva, de alguna manera, un poco o un mucho, a no hacerte tonto con lo que pasas en la vida, pero estar expuestos también nos hace personas que atravesamos por momentos muy vulnerables”, dice.

Pero, así como en su nueva serie, Adriana tiene un fuerte grupo de amistades con el que se siente segura y se abre.

“Sin embargo, como persona, creo que es muy importante el entorno que te rodea. Hay cosas en la vida que uno no debe de pasar solo y, aunque entiendo que hay situaciones que mejor te guardas y dices: ‘bueno, esto se queda conmigo y ya’, hay otras muchas que creo es mejor compartirlas con quien quieras; una amistad, tu familia o tu pareja… Por otro lado, también creo que es sano tener secretos para uno. Todos tenemos algo que no le contamos a nadie y eso es padrísimo, creo que es parte de la vida y me parece que es algo que nos hace diferentes a unos de otros”, agrega.


Fotografía: Khristio

Look: Nómada



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