Estas son ocho inspiradoras historias de personajes que un día vivieron en pobreza, pero que a base de creatividad y esfuerzo, transformaron su realidad hasta ser algunos de los líderes que mueven la economía mundial.
Jeff Bezos
Él es el claro ejemplo de que quien no arriesga, no gana. Y es que la historia del fundador de Amazon, empresa valuada en 683,852 millones de dólares, comenzó cuando el graduado de Princeton, dejó su puesto de vicepresidente senior en la firma de inversiones DEShaw, de Wall Street, para comenzar su propio negocio desde el garaje de su casa, que ahora se ha convertido en el sitio de comercio digital más importante en el mundo.
Howard Schultz
“Sé de dónde soy y cómo es esa vida”. Para este empresario nada ha sido fácil, desde joven logró ganarse una beca de futbol para estudiar en la Universidad del Norte de Michigan y al graduarse, trabajó para Xerox. Luego se hizo cargo de una cafetería llamada Starbucks, que en ese momento tenía solo 60 tiendas, donde se convirtió en el director general de la empresa en 1987 e hizo crecer la cadena de café a más de 16,000 puntos de venta en todo el mundo.
Richard Branson
Disléxico y con muchas dificultades para sacar adelante sus estudios, Richard siempre fue calificado como el tonto de la escuela. A los 15 años, publicó la revista Student, hecha por estudiantes para estudiantes, obtuvo pocas ganancias vendiendo anuncios en los clasificados. Poco después abrió su primera tienda de discos, que convirtió en el sello discográfico, Virgin Records, empresa que se transformó en de The Virgin Brand, la cual ahora emplea a más de 70,000 personas.
John Paul Dejoria
Antes de cumplir 10 años ya era un entrepreneur, pues vendía tarjetas de navidad y periódicos. Cansado de ver a las grandes compañías de cosméticos probar sus productos en animales, usó sus habilidades empresariales para hacer un cambio, por lo que se asoció con un amigo llamado Paul Mitchell, y los dos prometieron hacer productos para el cabello que nunca serían probados en animales. Los socios obtuvieron un préstamo de 700 dólares para lanzar su línea que actualmente maneja 75 productos.
Do Won Chang
Cuando el fundador de Forever 21 llegó de Corea a Estados Unidos en 1981, tuvo que trabajar en tres diferentes lugares a la vez, como conserje en unas oficinas, fue empleado de una estación de gasolina y lavó platos. Sin embargo, no fue mucho tiempo después que pudo abrir junto a su esposa Jin Sook, juntos lograron ahorrar 11,000 dólares para comprar una tienda, donde vendían ropa de fabricantes coreanos, este fue el inicio del imperio que hoy cuenta con 480 locales.
Leonardo del Vecchio
Cuando tenía cinco meses su padre murió, por varios años su madre intentó mantener a la familia, cuatro hijos más, pero sin recursos tuvo que entregar a Leonardo a un orfanato a los siete años de edad, ahí creció hasta los 14 años, cuando consiguió un trabajo en una fabrica de componentes de gafas, que combinaba con sus estudios de Diseño Industrial. Tomando una visión de que los lentes podían ser una declaración de moda, fundó Luxottica, grupo que maneja marcas como Ray-Ban y Oakley.
Ralph Lauren
Luego de graduarse de secundaria en el Bronx y abandonar college, Ralph se unió al ejército, pero poco tiempo también se retiró para trabajar como vendedor de corbatas en Brooks Brothers, donde comenzó a imaginar nuevos diseños y estilos de accesorios, por lo que decidió crear su propia empresa en 1967, enfocándose en las corbatas, de las cuales logró vender más de 500,000 dólares. Luego amplió su negocio a ropa y perfumes.
Francois Pinault
Su fortuna está valuada en 14.2 billones de dólares, nada mal para alguien que abandonó la secundaria en 1974 por no soportar el bullying de sus compañeros por ser de bajos recursos; ahora Pinault, como todo un hombre de negocios, está al frente del conglomerado de moda Kering, empresa que administra las casas de moda más importantes como: Gucci, Stella McCartney, Alexander McQueen e Yves Saint Laurent y donde es famoso por sus agresivas tácticas de empresariales.