Con amor de madre: La empresaria Marina de Llano crea proyectos altruistas

SOCIEDAD LAGUNA

Te presentamos a una mamá, empresaria y un ser humano extraordinario, a quien sus ganas de ayudar a los más necesitados la ha llevado a consolidar una gran compañía.

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Marina de Llano habla de su maternidad y de sus nuevos proyectos altruistas (Fotos: Laura Grageda fotografía)

Marina de los Ángeles de Llano Marín es una madre que sola tuvo que hacer frente a la vida, para sacar adelante a sus hijos. A los 15 años de edad tuvo a su primer hijo, Habib, quien hoy es licenciado en Derecho, después a su hija Arlette Asiria, graduada en Comunicación y, por último, a Astrid, quien es ama de casa. Además, a Marina la vida le regaló dos hijos más que no son de sus sangre, hijos de su ex esposo, pero que ama como propios: la pequeña Joletzy, quien actualmente tiene 13 años de edad, y el tremendo Héctor, de 11 años.

Afirma que ellos llegaron a su vida cuando el más pequeña estaba en pañales y no fue una situación fácil para los miembros de su casa, pero a la fecha, se encuentran totalmente integrados como familia.

"Los considero un regalo que Dios me dio, ahora son parte de mi familia y me siento afortunada de tener la fortaleza, la confianza en mí misma, pero sobre todo la salud y las ganas de sacar adelante a todos mis hijos", agrega.

PALABRA MÁGICA

Marina asegura que desde pequeña tiene una palabra mágica que es ´ganas', pues de las ganas se desprende todo, tener motivación, energía, y eso es lo que ha caracterizado a Marina.

Destaca que ella no descansa hasta lograr sus objetivos y esto la ha llevado a muchos sin sabores y descalabros en la vida, pero sabe que así es el camino y que si la vida fuera pura felicidad, sería algo aburrida.


Marina tiene una fe en Dios inquebrantable, por ello siempre agradece la tranquilidad emocional que Él le da, por lo que para ella es importante convivir con la gente que sea como ella, que viva en positivo.

Sus hijos son el motor de su vida y reflejan sus ganas para salir adelante, por eso todos los días agradece a Dios por ellos, por su salud, por lo bueno y por lo malo, porque considera que siempre es importante agradecer.

VERDADERA VOCACIÓN

Marina relata que se inició como empresaria en el año 2000. Primero se adentró en la política, porque le llamaba la atención el poder servir a la gente, así que por invitación de su tío Manlio Gómez Uranga inició en los núcleos y se convirtió en candidata a diputada federal. Durante este tiempo participó en recorridos por colonias, ejidos y se dio cuenta de la necesidad de las personas. Si bien desde niña sus padres le inculcaron el ayudar a los necesitados, gracias a la política inició su verdadera vocación y decidió ayudar a toda esa gente a título personal.

Así nace en ella una fuerte inquietud de encontrarles trabajo a personas que difícilmente pudieron realizar estudios, personas que en su momento creyeron en sus promesas, con las que sentía un compromiso. Entonces coincidió con un buen amigo, a quien le pidió de favor que la conectara con quien sería su primer cliente, el Coliseo Centenario.


"Agradezco a este amigo que fue una persona que Dios puso en mi camino, con el que nunca volví a coincidir. Ahí en el Coliseo iniciamos con tarea de aseo y acomodo, así nació mi primera empresa Maja Limpieza. Empezamos desde cero y todos mis trabajadores eran personas de escasos recursos de las diferentes colonias", indica.

Después llegaron más clientes como el Centro Médico de la Mujer, el Crit Gómez Palacio, y se fueron sumado más empresas de diferentes ramos. Fue en 2009 que la compañía se diversificó, convirtiéndose en Grupo Maja, pues entró al ramo del mantenimiento, remodelaciones, equipamiento y construcción. 


Comenzaron con grandes direcciones de proyectos, como Prisma Proyectos Monterrey y Dirección de Proyectos Ximetria, así como en la rama hotelera, donde algunos de sus clientes son Ibis Tijuana, City Express Torreón, Candlewood Querétaro y Celaya, Estenden Suites en Ciudad Juárez, Tijuana, Mexicali, Monterrey , Saltillo, Celaya, Chihuahua y Cancún, entre otros.

Señala que ha inculcado a sus hijos el ver por los demás, por eso en estos tiempos de la pandemia del Covid-19, esta necesidad ha crecido y se siente feliz de que como familia sigan ayudando.

UNA BUENA MADRE

Para Marina el combinar el trabajo de madre, abuela y empresaria no ha sido fácil, ya que "en ocasiones el precio que se paga es muy alto, pues es duro mantenerte lejos, pero es por el bien de todos. Por eso el tiempo que convivo con mi familia es muy bonito y preciado, a mis nietos no los he disfrutado como quisiera, pero cuando estoy con ellos trato de que sea tiempo de calidad", aporta.


Se considera una buena madre y abuela, pero sobre todo una gran amiga, un buen ser humano, orgullosa de sus principios y de las enseñanzas de su abuelo, el doctor Rodolfo Marín Gómez, quien trabajó en el Instituto Mexicano del Seguro Social por casi 30 años, pues está segura que su actitud se servicio y altruismo lo heredo de él.

"La vida se trata de ser feliz, a mí me hace feliz compartir con los demás y esto es lo que me ha llevado a llegar a donde estoy, pues provengo de una familia de mucho trabajo y siento que he sido bendecida y lo más bonito es haber aprendido a siempre sonreír, ese ha sido mi escudo y defensa, y trato de dar lo mejor de mí a todos los que me rodean", afirma.

NUEVO PROYECTO

Actualmente, la empresa de Marina trabaja en San Pedro Garza García, en Parque Arboledas, y en la remodelación del Rancho Nuevo México en Ceballos, Durango, con todas las medidas de seguridad, higiene y precaución.

En su trabajo altruista, ella sigue apoyando a la Casa de Jesús, al Centro de Salud, a la iglesia de Santa Cecilia y cada miércoles ofrece desayunos a niños de comunidades rurales. Igualmente, revela que tiene un nuevo proyecto en desarrollo, se trata de una fundación para madres adolescentes, niñas que están embarazadas y que no tienen ningún apoyo.

"Ya tengo la propuesta y en cuanto cambie un poco la situación que estamos atravesando va a ver la luz. Yo tuve a mi primer hijo a los 15 años y gracias a mi Padre Dios tuve mucho apoyo, así que quiero que estas personitas embarazadas también encuentren ayuda para salir adelante", comparte.


Sin duda, Marina ha pasado por situaciones difíciles, pero sabe que cuando se tiene realmente corazón, ganas de hacer las cosas y agradeciendo a Dios, los proyectos se cumplen, por más difíciles que parezcan.

Finalmente comenta que el papel de mamá sigue siendo una de sus prioridades, así como trabajar toda la vida, hasta el último aliento. A sus 45 años de edad, se siente feliz, consolidada como empresaria y se considera un ser humano que disfruta de todo lo que la vida le ofrece.


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