Mamuzy Mata y su compromiso como madre

SOCIEDAD LAGUNA

Ella se ha dedicado por completo a su apostolado y al cuidado de su familia, por lo que se considera afortunada y bendecida.

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Mamuzy Mata de Herrera habla de la experiencia de ser madre (Foto: Vayron Infante)

Mamuzy Mata de Herrera es una madre feliz y comprometida con su fe, nacida en Caborca, Sonora, estudió en Monterrey la carrera de Comunicación, fue ahí donde conoció a Hugo, con quien está felizmente casada y tiene dos hijos, Hugo y Andrea.

SU APOSTOLADO

Desde que se casó vive en la región, por lo que se considera lagunera. Al recibirse se quedó por un tiempo corto trabajado en Monterrey en el Colegio CEYVAC, donde conoció el Movimiento del Regnum Christi y el tener la fortuna de ser ama de casa y mamá de tiempo completo, le ha permitido continuar con su apostolado hasta la fecha.


Actualmente sus hijos ya crecieron y se graduaron, por lo que afirma que ser mamá es sin duda lo que la hace más feliz en la vida: "Ver cómo ha crecido la familia, cómo tus hijos van cumpliendo sus metas, ver la felicidad de la gente que amo y que todos tengan salud, es lo que toda madre puede desear", afirma.


EL MAYOR TEMOR

Cuando Mamuzy habla de sus hijos se muestra muy orgullosa, pues Hugo tiene 29 años de edad, estudió Medicina en Monterrey, Nuevo León y actualmente está cursando R4, su último año de especialidad en Anestesiología. 

"Por eso cuando empezó la pandemia me sentí como una mamá que tiene su país en guerra y que su hijo es soldado", afirma.

Y es que ella sabe que la probabilidad de que él atienda pacientes con COVID-19 es muy alta, pues tiene que estar presente en sus guardias o en cuanto se le requiera, sin embargo, después comprendió que ésta es la profesión que su hijo eligió y que lo hace feliz. 


"Ahora sé que como mamá solo me toca orar por él y por todas las personas del sector salud, por lo que a diario se los encomiendo a Dios Nuestro Señor y a la Virgen de Guadalupe", agrega.

Algo que la ha ayudado mucho en estos momentos de incertidumbre es que cuando habla con él lo escucha tranquilo y eso le transmite mucha paz.

Mientras que su hija Andrea tiene 26 años de edad, estudió Ingeniería Industrial y de Sistemas en el Tec de Monterrey, se graduó hace tres años y empezó a trabajar en el ramo de la Metalurgia, en el laboratorio de una empresa, en el área de control de calidad.


Durante este confinamiento, el trabajo de Andrea no ha tenido mayor problema, ya que sólo hay dos personas laborando al mismo tiempo. Mamuzy relata que su hija se casó hace más de un año con Adrián, quien se ha convertido en otro hijo para ella.


CELEBRACIÓN DIFERENTE

"Debido a la pandemia que estamos viviendo en todo el mundo, este 10 de mayo será distinto. Andrea está cerca, pero mantiene el contacto sólo por teléfono, como lo dictan las normas de seguridad. En cuanto a Hugo, éste será el onceavo año que no pasa un Día de las madres conmigo, pero siempre estoy agradecida con Dios, porque la familia se conserva unida y con salud, aún en la distancia, pero felices, cada uno en sus trincheras. Saber esto es sin duda mi mejor regalo", finaliza.

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