Vivir como Reina

¡Dénme una V! (O, ¿será U o L?)

Regina Reyes-Heroles C.

La recuperación de la crisis, una parte, está en nuestras manos.

La caída del PIB en México, según BBVA, será de entre menos seis por ciento y hasta menos 12 por ciento. Estamos entre los primeros tres países más afectados del G20, según Moody’s, solo detrás de Italia y Reino Unido.

Hay tres escenarios de recuperación: L, U o V.

Explico esto del LUV… La letra V implica una rápida contención, según Perspectivas Macro de Deloitte, es decir, una fuerte pero breve disminución de la economía: que el PIB caiga 11 por ciento en el segundo trimestre (2T) y ocho en el tercero (3T). Aumentaría la deuda del déficit público, una caída en remesas y exportaciones, y una contracción en la inversión privada. Esta, que es la visión optimista, plantea que México repunte en el primer trimestre (1T) de 2021.

En el escenario de la letra U, año perdido, el PIB cae 14 por ciento en el 2T, 11 por ciento en el 3T y siete en el 4T. Caída tras caída resultaría en que las empresas tengan problemas de liquidez, el sistema financiero se tensaría y el sistema de salud sería rebasado. México iniciaría su recuperación el 3T de 2021, dice Deloitte.

En el panorama más pesimista, el de la letra L o la economía de guerra, el PIB en México caería 16 por ciento en el 2T, 13 por ciento en el 3T y nueve en el 4T. Es una recesión larga con un grave aumento en la deuda de empresas y hogares, más desempleo, comercios y negocios cerrados indefinidamente, un sistema financiero amenazado y la pérdida del grado de inversión. La recuperación, añade Deloitte, sería hasta inicios de 2022.

La profundidad de la crisis depende, de cuánto dure el aislamiento y cierre de la economía local; la reapertura de EU y fuerza de su recuperación; la implementación y/o rapidez de políticas económicas contracíclicas; y el grado y persistencia del eventual levantamiento de las medidas de confinamiento, dice BBVA.

Mucho de eso, lo macro, no lo podemos controlar (solo vía #QuédateEnCasa) y “no podemos minimizar la incertidumbre”, dijo ayer Ernesto Weissmann, especialista en toma de decisiones, en su Clase Live en Needed Education. Pero, podemos gestionarla para tomar decisiones en nuestro negocio, y yo añadiría que también en nuestro hogar. ¿En qué invierto?, ¿en qué no gasto?, ¿cómo me ajusto?, ¿cómo cambio?, ¿cómo organizo las finanzas?, son decisiones que podemos tomar si sabemos qué queremos.

La recuperación se dará por sector y por negocio -unas en V, otras en U, y algunas más en L-, me dijo Ernesto, por eso “las empresas deben hacer su propio escenario estimando el impacto en nuestro negocio y revisando nuestras alternativas”. Añadió: “soy un optimista de la crisis y creo que muchas empresas se harán más fuertes”.

En el negocio y en casa podemos implementar políticas contracíclicas que menciona BBVA y tomar decisiones en pro de la diversificación, la innovación y la productividad, sin perder el foco de qué queremos y qué nos enorgullece; esa visión, dice Ernesto, nos orientará mejor y ayudará a navegar hacia la recuperación.






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