Vivir como Reina
El líder poscovid-19 será ágil
Regina Reyes-Heroles C.
“No hay aprendizaje que dure toda la vida”, me dijo Laura Zapata, decana académica asociada de EGADE del Tec
de Monterrey.
En un mundo de incertidumbre, volatilidad, complejidad y ambigüedad como el de hoy, la supervivencia y el éxito de cualquier profesionista está en mantenerse al día, capacitarse y, sobre todo, ser ágil.
Después de ocho semanas de home office, sana distancia y niños en home-learning, todo líder tuvo que adaptarse y aprender algo: manejar equipos remotos, operar con una oficina vacía y una virtual, o a soltar y aprobar que los colaboradores se llevaran a casa su equipo de cómputo.
¿Será esto suficiente para diferenciarse y lograr mayores éxitos cuando la pandemia acabe?
Las competencias o habilidades que COVID-19 puso a prueba no fueron técnicas sino conceptuales y dos han sido clave: resiliencia y pensamiento estratégico y sistémico. Esas, en miras al futuro, serán también “las que te impulsen a sobresalir” en el nuevo normal al que lleguemos cuando pase la pandemia, me dijo Laura.
La resiliencia es recuperarse de la adversidad y seguir proyectando el futuro; es adaptarse y responder constructivamente a los retos más inesperados. Para Laura, implica aprender de los errores y salir avante.
“Hay tres factores protectores o de facilitación (como los llaman los psicólogos) que predicen si las personas tendrán resiliencia: altos niveles de confianza en sus habilidades, rutinas disciplinadas para su trabajo, y apoyo social y familiar”, escriben David Sluss y Edward Powley en un artículo publicado en Harvard Business Review, en el que plantean que solo los equipos y líderes resilientes regresarán con éxito al “nuevo normal”.
El pensamiento estratégico y sistémico, que la experta del EGADE llama “la visión de microscopio y telescopio”, implica leer el entorno, sumar esa información al conocimiento técnico de cómo opera y funciona la organización, y así trabajar escenarios.
Un líder no puede solo. “La organización es un conjunto de personas y el pensamiento sistémico es esencial, porque un líder puede tener la fuerza estratégica, pero de manera sistémica el equipo ayuda a tomar la mejor decisión”, me dijo Laura.
El líder que trabaja colaborativamente y que invita al equipo a involucrarse será más exitoso.
Estas competencias se han requerido antes. La resiliencia, el pensamiento estratégico y sistémico, y la colaboración están en el lenguaje de los líderes. Pero, esta vez, tuvieron que enmarcarse en una habilidad más: la agilidad. Hay que estar alerta, pensar y comprender con velocidad. La agilidad implica involucrar la tecnología, explicó Laura, sin dejar de agregar valor.
Líderes que responden a los retos no esperados y reconfiguran las estrategias o los procesos son muy valiosos, pero aquellos que además son ágiles, serán los que mejor se adapten a lo que venga poscovid-19.