Con una trayectoria profesional que abarca aproximadamente seis décadas, proyectos de toda escala (desde diseño de producto hasta intervenciones urbanas), innumerables premios en su haber y oficinas en Europa y Estados Unidos, Renzo Piano es uno de los starchitects dignos de admirar.
Nacido en Génova, Italia en 1937, Renzo Piano proviene de una familia de constructores. Se graduó como arquitecto del Politécnico de Milán en 1964 para luego trabajar, entre otros milaneses, con Franco Albini a quien considera un gran mentor. El genovés ha realizado numerosas colaboraciones profesionales con gente como Richard Rogers y Peter Rice. En el año 2013 fue declarado “senador de por vida” por Giorgio Napolitano, presidente italiano en aquél entonces.
Actualmente sus obras habitan prácticamente en todos los continentes, en países tan recónditos como Uganda y Malta, además de las comunes potencias mundiales europeas y los Estados Unidos.
Si existe algo que pudiera ser un común denominador en su obra, sin duda podríamos mencionar su pasión por el diseño de estructuras. Su precisión clínica para detallar las uniones, el entendimiento de la relación entre estructura y espacio y el robustecimiento de un concepto por medio de una estructura adecuada son únicos en el trabajo de Renzo Piano.
Una de sus estructuras de mayor trascendencia es el Centro Georges Pompidou en el centro de París, Francia. Según palabras del mismo Piano, el Pompidou es una ciudad medieval de 25 mil personas (promedio de visitantes diarios) organizada verticalmente. Defiende su postura mencionando que las plazas se aglutinan una sobre otra, con calles circulando entre los distintos niveles. El espacio de encuentro en las circulaciones verticales del edificio son la metáfora del espacio de encuentro medieval, el cual obedece al plano horizontal.
Siendo un museo, el arte debe encontrarse al servicio de la vida urbana, fortaleciendo la idea de su ubicación en el centro de París. La plaza localizada al frente del edificio, donde existen diversas manifestaciones artísticas como escultura y performance, aterrizan la idea de un museo promotor del arte al servicio de la gente, deslindándose de formalidades y la institucionalidad.
La estructura del proyecto fue cuidadosamente diseñada para que esta fuera el punto base del concepto del proyecto. Cada planta consiste en un rectángulo de 166 x 45m, dispuestos en planta libre. Cada nivel esta organizado en 13 rectángulos de 12.8 x 48m, uno junto al otro. Un eje de circulación vertical se adhiere a la cara que da hacia la plaza pública y el eje de servicios se localiza en la cara de la caja en el frente hacia la calle.
El museo en planta libre en el interior consolida el arte como algo informal, el espacio de encuentro ubicado en la circulación vertical entre la planta libre y la plaza pública fortalece la metáfora de la calle medieval. La plaza pública demuestra lo exitoso que puede ser el arte al servicio del pueblo. Renzo Piano, sin duda, es uno de los grandes de nuestra generación.
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