¿Fue este un buen año para el diseño?

"Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida".- Woody Allen

Justo en mi columna de 2019, en este mismo medio de difusión, me propuse hacer una revisión del año, ejercicio tal vez trillado pero necesario. Sobra decir lo fútil que el tema resultó, por causas que todos conocemos mis reflexiones resultaron poco cercanas y lo que viviríamos este año no hizo más que sembrar nuevas dudas. Es por eso por lo que me propuse repetir la pregunta, la cual me parece sigue siendo válida y aún más compleja de contestar.

Sin duda todos queremos tirar por la borda los recuerdos de este año, simplemente borrar de nuestra historia personal lo sucedido, nos urge un borrón y cuenta nueva. "Regresar a la normalidad" fue la ilusión que todos manejábamos por ahí de mayo o junio, el "Nuevo normal" era el tema de cientos de webinars y conversaciones virtuales, seguimos imaginando lo que vendrá, pero todos hemos caído en la cuenta que no será lo de antes y mucho menos será una "normalidad".

El final del año llega de la mano del inicio de las campañas de vacunación, lo que parecía la luz al final del túnel apenas hace unas semanas ha sido de hecho, al paso de los días, un duro golpe de realidad. Las vacunas, maravilloso desarrollo de la ciencia y posible control de la odiosa plaga, serán aplicadas a lo largo de un complicado y eterno proceso. Nos hemos dado cuenta que en realidad vamos apenas a la mitad de un oscuro pasaje, lamento decirlo, pero el 2021 será más de lo mismo. Sabemos ya cómo será el año que entra, posiblemente más de lo que sabíamos a finales del año pasado.

Y a todo esto ¿cómo será el futuro del diseño? ¿Qué esperar para el 2021? Solíamos mirar al año por venir con calendario en mano, identificando los momentos clave que nos irían dando indicios del mundillo del diseño. Estaban las ferias anuales, comenzando por el mítico "Salone del Mobile" en Milán y los demás encuentros europeos. La mayoría de esos eventos este año simplemente no se dieron, los de 2021 o aún no se confirman o tienen fechas nuevas en momentos diferentes, el Salone se dará en septiembre. Los que eran puertos seguros, referencias habituales, dejaron de serlo. Identificar las tendencias de la manera que ya se había convertido en costumbre simplemente ha desaparecido, no hay "nueva normalidad".

Este maremágnum es posiblemente el horizonte de nuevas posibilidades más amplio que se haya dado para el mundo del diseño desde el final de la segunda guerra mundial. El diseño, decíamos en el artículo del año pasado, está aquí para dar respuesta a problemas específicos. En la medida que la incertidumbre se apodera de nuestra rutina surgen, cómo hongos, nuevas problemáticas. Siendo así no podemos más que pensar en un campo fértil para la disciplina.

En el 2021 resultará difícil identificar cuáles serán las paletas cromáticas y es que esas, como el "color del año", tendrán poca relevancia. Seguirles el paso a las marcas de diseño, a los diseñadores "consolidados" y buscar las respuestas en los blogs, revistas y medios de diseño serán apenas suficientes para comprender lo que viene. Siempre he sido un optimista, me parece que la búsqueda de un mejor futuro va precisamente ligado a mi pasión por el diseño como disciplina. Después de todo para ser diseñador se necesita ser muy optimista, pensar que se puede mejorar todo aquello que nos rodea parte de un entusiasmo desmedido.

A la mitad de este extraño fenómeno, nunca vivido por casi todos los humanos que habitamos el planeta (recordemos que la última pandemia se dio hace 100 años) me parece que la postura de Woody Allen es la acertada, con la visión en el futuro que es, sin lugar a duda, el lugar donde todos planeamos pasar el resto de nuestros días.