Apuntes de Diseño y Arquitectura
De la bombilla al LED, 140 años viviendo con luz
Lorenzo Díaz Campos
“Vamos a hacer la electricidad tan barata que solo los ricos quemarán velas”.- Thomas Alva Edison
Con la patente #285,898 nace la bombilla eléctrica, invento registrado por Edison en 1880, su mérito fue encontrar cómo hacer una bombilla cuya duración fuera suficientemente larga como para hacerla un producto comercialmente viable, esa bombilla garantizaba una duración de 40 horas, una cifra irrisoria para nuestra época. Lo que se le reconoce poco fue la creación, no de un artefacto como el foco, sino de un sistema completo que hacía viable su uso en los espacios domésticos.
Su empresa, que después se convertiría en General Electric, el monstruo industrial que llega hasta nuestros días, logró ofrecer la cadena de suministro entera. Edison creo los dinamos, el sistema de distribución por cables de cobre y su conducción por tubos y postes en calles, así como las bases para las bombillas que permitían que el sistema completo funcionara. La pieza clave del sistema fue el medidor que permitía contabilizar el uso de la energía por usuario.
Con la llegada de la luz eléctrica la vida en los hogares cambió para siempre. Con el nuevo invento los horarios se extendieron hasta la noche, el humo desapareció de los interiores de las casas y el costo de ver en la oscuridad disminuyó enormemente. A partir de ese momento la rutina cotidiana no dependió más del ciclo solar y la vida en hogares, oficinas y fábricas se hizo posible las 244 horas del día.
Este enorme cambio trajo también cambios importantes en la manera de concebir la arquitectura. La ventana, fuente indispensable de luz al interior de las casas, tomó otro papel, ya no era necesario estar cerca de ella para ver lo que se hacía. Lo edificios que recurrían a intrincadas plantas con pabellones radiales para lograr iluminar todas sus habitaciones dieron paseo a enormes plantas que aún teniendo superficies lejanas a las ventanas podían ser iluminadas.
De la mano de la luz llegó el motor eléctrico los ascensores, los sistemas de ventilación, las escaleras eléctricas y electrodomésticos. Edison domesticaba a la naturaleza y la arquitectura respondía a estos cambios.
La electricidad cambió las ciudades, aspectos como la seguridad en la calle o la movilidad cambiaron radicalmente al introducirse el alumbrado público y sistemas de trasporte como los tranvías y el metro. Con la electricidad aparecieron las marquesinas y los anuncios luminosos, pensemos en Las Vegas o Time Square.
Hoy en día la bombilla incandescente tiene sus días contados, el LED (Diodo Emisor de Luz) lo sustituye en casi todos sus usos. Ahora los focos en las casas cuentan con esta fuente de emisión lumínica y desde una linterna de mano hasta los aparatos más difusos como el teléfono celular hacen uso de esta tecnología. Lo cierto es que el LED ha tardado más en lograr lo que la bombilla logró en apenas un par de décadas, el sustituto electrónico de Edison fue inventado en 1962 y no fue hasta el nuevo siglo que su uso doméstico para iluminación comenzó a ser difuso.
El LED supera a su antecesor por mucho y sus ventajas son enormes. Su capacidad común puede emitir 10 o 20 veces más luminosidad con el mismo consumo energético de un foco. Es más, el consumo energético ya no es una medida directa de la capacidad lumínica de este. Antes, y no hablo de muchas décadas, se pedía un foco de 40, 60 o 100 watts relacionando este consumo directamente con su capacidad de iluminar.
Ahora eso ha pasado a segundo plano y la nueva tecnología ofrece muchas más opciones. El grado de complejidad de la tecnología ahora permite ofrecer entre diferentes temperaturas o colores de luz y las fuentes emisoras son regulables con simples comandos. Hemos pasado de la corriente alterna a la energía electrónica.
Rara vez nos detenemos a reflexionar como la luz artificial ha cambiado nuestra vida, basta un apagón para que caigamos en cuanta como nuestra calidad de vida depende de la famosa bombilla. Veamos cuantos aparatos en nuestro entorno nos permiten vivir cómodamente, comunicados y entretenidos gracias a las patentes del “El mago de Menlo Park” y su equipo de inventores.
Edison, un hombre adelantado a su tiempo, logró potenciar muchos de los sentidos del ser humano gracias a su dominio de la tecnología. La bombilla nos permitió ver de noche, fue capaz de registrar la voz y la música con su gramófono llevando la voz humana hasta el más recóndito lugar y dándole permanencia eterna aportando importantes conceptos para lo que después sería el cinematógrafo.