Pensando y Creciendo

Consejos para promover el bienestar emocional de nuestros hijos durante la pandemia y cierre de colegios

Balbina Garza Delgado

De acuerdo a la Unesco, la educación de casi 1.6 billones de alumnos en 190 países se ha visto afectada(1). Esto es el 90% de los niños de edad escolar…en el mundo. Sin planes para abrir instituciones educativas ni idea clara acerca de cuándo la vida regresará al tipo de normalidad al que estábamos acostumbrados, ¿cómo podemos apoyar el bienestar emocional y mental de nuestros hijos?

Sabemos que los colegios ofrecen mucho más que una educación. Son lugares donde se promueve el desarrollo socio-emocional de los niños, donde su autoestima se fortalece cada vez que adquieren nuevas habilidades, donde los niños desarrollan su capacidad de autorregulación y sentido de responsabilidad. Pero para muchos otros niños, los colegios también ofrecen seguridad y un descanso de los conflictos familiares, relaciones tóxicas, violencia y hasta del abuso.

Con mucho esfuerzo, los maestros han tenido que adaptase a dar clases en línea y así asegurarse de que los niños tengan un poco de acceso a la educación, pero y ¿todo lo demás?

Las necesidades emocionales de los niños han sido totalmente ignoradas por la mayoría de los gobiernos, mientras que ha habido un esfuerzo impresionante para diseminar información acerca de los efectos de Covid-19 en la salud física, no se le ha dado a las familias las herramientas para manejar el estrés, la ansiedad y otras situaciones que pudieran tener un impacto a largo plazo en la calidad de vida de los niños. En México, los niños no pueden ir al colegio, pero tampoco pueden acompañar a sus papas al súper, a las tiendas y en Monterrey ni siquiera ejercitarse en Chipinque. Esto no sólo tiene un impacto en los niños que se quedan rezagados pero también en sus padres quienes tienen que buscar con quién dejar a sus hijos cuando al mismo tiempo se les pide mantener distancia con otras familias.

En Inglaterra, psicólogos y otros científicos están uniendo fuerzas y trabajando a velocidad luz, llevando a cabo estudios desde el comienzo de la pandemia para descubrir principalmente tres cosas: cómo se ha visto afectada la salud mental de los jóvenes, qué estrategias funcionan para abordar estas dificultades y cómo apoyar a las familias para que estén mejor preparadas para manejar dichas dificultades en casa. Resultados preliminares muestran un incremento en niveles de ansiedad y depresión en niños y jóvenes, aunados a un incremento en sentimientos de soledad. Mientras que ha habido un aumento en el sufrimiento emocional de los jóvenes, se ha encontrado que los niños, particularmente niños varones, muestran más dificultad de concentración e hiperactividad. Aunado a esto, se encontró que la población cuya salud mental se ha visto mayormente afectada ha sido la de las jóvenes adolescentes.

Las intervenciones que han identificado como más exitosas en esta época incluyen: la psico-educación y el apoyo a padres, la difusión de información acerca de la salud mental y la normalización de la angustia y emociones difíciles durante la pandemia. Todo esto, permite que los padres puedan apoyar a sus hijos y que los jóvenes puedan tener las herramientas para identificar dificultades y así buscar la ayuda necesaria.


¿Qué puedes hacer TU desde casa para apoyar el desarrollo emocional y bienestar en tu hijo y así fortalecer su resiliencia? Aquí te doy 5 consejos con los que puedes empezar:

1. Rutinas. Niños y adolescentes se benefician inmensamente de tener una estructura en su día. Su rutina no tiene que ser rígida, pero al poder anticipar el día les da a los niños una sensación de seguridad y contrarresta el estado de incertidumbre en la que nos encontramos. Un estado constante de incertidumbre nos mantiene en un desgastante estado de alerta e hyper-vigilancia. Las rutinas ofrecen confort y seguridad y permiten que los niños y adolescentes se mantengan regulados aunque no existan otras estructuras a su alrededor. Las rutinas de sueño son especialmente importantes. En Inglaterra se ha encontrado que el sueño de los adolescentes se ha visto afectado en al menos el 25% de ellos. Esto es preocupante debido a la fuerte correlación entre la calidad de sueño y la salud mental. Tal vez será necesario por lo tanto, tener límites en el uso de electrónicos para asegurarnos que éstos no interfieran con el sueño de los jóvenes.

2. Juego. No te olvides de jugar. Si tus hijos son más pequeños recuerda que el juego es su lenguaje. Los niños pequeños no tienen el lenguaje para verbalizar todo lo que sienten y piensan, en lugar de esto, lo actúan o juegan. Niños y adolescentes gozarán los beneficios que trae el crear una conexión con sus padres a través del juego y del humor. Con los chiquitos, siéntate en el piso y deja que te inviten a unirte a la actividad de su elección. Con adolescentes, pregúntales acerca de sus hobbies, te sorprenderá lo fácil que es comunicarte con ellos a través de una actividad que disminuya la intensidad de la interacción.

3. Conexión. Es importante fomentar conversaciones abiertas pero sobre todo honestas con los hijos. Empezar a reconocer el tipo de emociones que esta pandemia y los cambios que hemos vivido nos generan, iniciará una dinámica en la que los jóvenes comiencen a sentirse más cómodos hablando de sus emociones. Es muy tentador ignorar tensiones o sentimientos difíciles. También es posible que creas que, al abordar un tema difícil, empeoraras la situación. Al contrario, solo a través de conversaciones honestas y respetuosas podaran tus hijos sentirse entendidos y como resultado la conexión entre ustedes será más robusta. Al realmente conectarte emocionalmente con ellos apoyarás su desarrollo psicológico y emocional, proveyéndolos de la capacidad de iniciar, desarrollar y mantener relaciones interpersonales mutuamente satisfactorias.

4. Auto-conocimiento. Para poder ayudar a tu hijo a desarrollar la capacidad de identificar y manejar sus sentimientos es importante que primero tú logres reconocer tus emociones. Positivas y negativas, divertidas e incómodas. Al estar en contacto con el amplio rango de emociones posibles en todos los seres humanos lograrás estar más preparada para identificar distintas emociones en tus hijos y así apoyarlos. Una vez que las identifiques, puedes ayudar a tus hijos a empezar a nombrar un sinnúmero de tonalidades de emociones en lugar de caer en la tentación de utilizar el gran paraguas que utilizamos para abarcarlas y que llamamos “ansias”.

5. Auto-regulación y auto-cuidado. A través del auto-conocimiento, estaremos mejor preparados para reconocer lo que nuestro cuerpo y nuestra mente nos pide. Cuando empezamos a notar que nuestros hijos se encuentran sobre-estimulados, cansados o enojados, podemos ayudarlos a darse cuenta de que tal vez lo que necesitan es un descanso, tal vez necesitan pasar tiempo solos, tal vez necesitan hacer ejercicio, o necesitan estar más conectados con amigos, o menos conectados con los aparatos electrónicos.


Cuando nos encontramos en estados de estrés, nuestro cerebro produce una alta cantidad de cortisona, la hormona del estrés. Esta hormona nos prepara para enfrentar amenazas y estimula el sistema nervioso simpatético, que nos moviliza y mantiene alerta. Esto es sumamente importante y útil cuando necesitamos estar listos para reaccionar en situaciones de peligro; sin embargo, esta activación interfiere con nuestra capacidad de reflexion, planeación y creatividad ya que reactiva respuestas mas primitivas.

Al tener la capacidad de identificar, a través del auto-conocimiento, que necesitamos hacer un cambio y detenernos, podemos reconocer cuando nosotros o nuestros hijos necesitamos empezar un proceso de auto-cuidado. Así, con actividades que nos relajen y tranquilicen, el sistema nervioso para-simpatético comenzará a activarse, permitiendo la capacidad de reflexión. Este sistema es activado no en situaciones de estrés, sino en situaciones donde se promueve una sensación de seguridad y de calma. Cuando podemos descansar y lograr un estado de “mindfulness”, todo tipo de habilidades “superiores” son posibles. Mental y emocionalmente, este estado nos ayuda a desarrollar la capacidad de ser creativos, de planear y reflexionar, mientras que a nivel biológico también muestra beneficios: nos permite luchar contra infecciones y reducir inflamación.

Con estos 5 consejos comenzarás a promover el bienestar de tu familia y también empezarás un proceso en el cual prepararás a tus hijos para un futuro en el que él o ella logren cuidarse a sí mismos y enfrentar cualquier situación difícil.

(1) https://en.unesco.org/news/reopening-schools-when-where-and-how


Balbina Garza Delgado

Psicoterapeuta de niños, adolescentes y adultos en Inglaterra


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