Para mí, desde que aprendí a escribir, la forma más sencilla para poner en orden mis pensamientos – y mis emociones – ha sido anotándolos en un papel. No importa si tuve un día increíble o uno que me puso a prueba de todas las maneras posibles, me gusta dejarlo apuntado para poder revisitarlo después.
Convertir nuestros recuerdos y experiencias en algo tangible permite que podamos observarlos desde una perspectiva distinta, con más altura de miras y objetividad. Cuando un bolígrafo nos ayuda a quitarle un poco de peso a la mente lo que hacemos es poner en práctica la autocompasión y el autocuidado porque escribir a mano hace que la actividad neuronal en ciertas áreas del cerebro aumente, lo que causa en él un efecto muy similar al de la meditación.
Muchas personas creen que para escribir hay que ser escritor, pero eso está muy alejado de la realidad. Para escribir lo único que necesitas son 3 cosas: un lápiz, un papel y tiempo. El último siendo el más importante, porque es algo a lo que te tienes que dedicar y ponerle toda tu atención.
No importa si escribes un renglón o una página, lo importante es que lo hagas. Escribir lo que vivimos es un método muy efectivo para encontrarle sentido a nuestra propia vida y comenzar a comprender para qué – y no por qué – nos pasan las cosas. Acuérdate que para ver la magia de la vida tenemos que empezar a ver las lógicas de ella por encima de las nuestras.
En lo personal uno de los aspectos que más me gusta de tener mi vida registrada en diarios es que puedo volver a leerlos después de varios años y darme cuenta de lo mucho que he madurado y de lo pequeños que eran esos problemas que en el momento se sentían tan inmensos. Porque seamos honestos, nuestros problemas a los 15 están a kilómetros luz de los que tenemos a los 30, ¿o no?
Si a veces sientes que tu vida no es tan interesante como para escribirla piensa en que tú eres el único espectador de ella, porque nadie más la percibe ni la vive como tú. Recuerda que el secreto para empezar a crecer, cambiar y mejorar es ese: empezar.