Salud mental

El "no" como respuesta y no como explicación

Antonia Guci

Déjame preguntarte algo. ¿Cuándo fue la última vez que respondiste "no" a alguna petición?

Vivimos inundados de peticiones todos los días. Peticiones de nuestro jefe, de nuestros amigos, de nuestras familias y – quizás de la forma más destructiva – de nosotros mismos; y en una sociedad que plantea que para ser eficientes tenemos que trabajar horas extra, hacer multitasking y ser tan productivos como nos sea posible es bastante obvio por qué resulta tan difícil responder "no" a ciertas solicitudes.

El asunto aquí es el siguiente. Aunque creamos que no somos capaces de decir "no" porque nos incomoda o nos asusta hacer sentir mal a los demás, la verdad es que casi siempre podemos responder diciendo que no a algo y eso no va a provocar que el mundo se acabe como resultado a que esa palabra salga de nuestra boca.

La idea de que no podemos decir "no" es producto de un patrón de pensamiento obstinado (aunque con buenas intenciones) que debemos trabajar para derribar. Para lograr esto tenemos que examinar qué es lo que nos decimos a nosotros mismos cuando respondemos que sí a algo que, en el fondo, sabemos que queremos responder que no. ¿Te asusta que la persona pidiendo el favor se enoje? ¿Te inquieta pensar en que decir "no" te va a hacer quedar mal con los demás? Cuando tengas las respuestas a por qué sientes que no puedes decir "no" evalúa qué tan válidas son esas razones. Si respondes que no ¿crees realmente que la persona pidiéndote el favor se enoje contigo? Si esta persona te valora y te conoce bien seguramente entenderá que no siempre puedes hacer todo lo que se te pide. Recuerda que cuando evitas el agotamiento – físico y mental – te aseguras de que realmente puedas estar ahí para los demás cuando sea necesario.

Tienes que trabajar para poder cambiar tu forma de pensar cuando sientes que no puedes decir "no". Por ejemplo, intenta reemplazar la idea de que si dices "no" te verán como una mala persona y reemplázala por la idea de que al decir "no" estás haciendo elecciones inteligentes para invertir tu tiempo y tu energía en cosas en las que realmente quieres hacerlo.

Los valores y las prioridades pueden guiarnos para aprender a decir "no", lo que puede abrirnos muchísimas oportunidades para que podamos decir "sí" a cosas que realmente nos importen. Aprender a decir "no" puede parecer complicado, pero piensa en las cosas a las que de verdad les quieres dedicar tiempo.

"No" es una respuesta completamente válida y, a menos de que quieras hacerlo, no es necesario que la expliques. La vida es muy corta y dudo que en algunos años más quieras mirar atrás y desear que hubieras dicho "sí" a cosas que no pudiste hacer porque no supiste cómo decirle "no" a otras.

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