La trombosis es una obstrucción de un vaso sanguíneo que se origina en venas o arterias y que incluso puede producir la muerte. Este es un riesgo latente que sufren muchas personas que padecen de las clásicas várices.
De acuerdo a la reconocida clínica Mayo, algunas causas de sufrir esta condición pueden ser tener niveles altos de colesterol y triglicéridos, pasar mucho tiempo sentados, tomar píldoras anticonceptivas u hormonas estrógeno (especialmente en las mujeres que fuman), haber pasado por algún tipo de cirugía, el embarazo, la obesidad, tener problemas cardíacos o de riñón y los antecedentes genéticos.
Queda claro que no está en nuestras manos evitar al 100 por ciento todas estas condiciones, lo que sí podemos hacer es reducir esa probabilidad mediante una vida más sana. Si tienes antecedentes genéticos o alguna de estas enfermedades relacionadas con trombosis o embolias, es momento de cuidarte, de elegir bien el tipo de dieta que llevas y de mantener una vida más activa.
A continuación, te proponemos una serie de maravillosos alimentos que pueden ayudarte a evitar esta terrible complicación de salud.
1. El limón
Ya sabemos que el limón es adecuado para fortalecer el sistema inmunitario, para eliminar toxinas y para combatir el efecto de los radicales libres, pero lo que quizá no sabes es que es muy poderoso para mejorar la circulación sanguínea. Así lo afirma un estudio del Hospital Prefectural de Hiroshima (Japón), que hace hincapié en la necesidad de acompañarlo con una buena caminata diaria. Toma un vaso de jugo de limón al día o adereza tus ensaladas con un poco de su jugo.
2. El aguacate
Esta fruta consumida con equilibrio y moderación no engorda y es tan saludable o más que el propio aceite de oliva. Este alimento es muy rico en vitamina E, un auténtico anticoagulante natural que ayuda a diluir la sangre y, por tanto, facilita su paso a través de los vasos sanguíneos. No dudes en disfrutar de medio aguacate 3 veces por semana, tu salud lo agradecerá.
3. La zanahoria
Las zanahorias son refrescantes, suaves al paladar, combinan con todo y, además, ayudan a prevenir trombos y embolias. Lo consiguen porque son una fuente muy adecuada de beta-carotenos. Esta sustancia es capaz de reducir el riesgo de la aparición de ataques cardíacos y equilibrar los niveles de colesterol, según asegura una investigación de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
4. La alcachofa
Incluir en tus cenas alcachofas cocidas con un poco de vinagre, aceite de oliva y limón es una opción más que recomendable. Esta hortaliza es una de las mejores para prevenir trombosis y embolias, según afirma el estudio realizado por la Universidad de Pavia, Italia.
5. El apio
El apio es rico en antioxidantes, vitaminas y un tipo de fitoelementos que regulan la presión arterial, así lo afirma un estudio realizado por la Universidad Ahvaz Jundishapur (Irán). Si consumes apio de modo regular, ya sea de forma natural o en jugo, disfrutarás de una arterias más anchas, flexibles y con menos placa aterosclerótica.
6. Aceite de oliva
El aceite de oliva extra virgen es rico en ácidos grasos omega 6, ideales para reducir el nivel del colesterol malo o LDL de la sangre, según una investigación del Cardiovascular Risk and Nutrition Research Group de REGICOR Study Group (España), gracias al aceite de oliva mantenemos las arterias flexibles y reducimos la placa aterosclerótica, que dificulta el flujo sanguíneo y que acelera el riesgo de sufrir un trombo.
7. El ajo
Según investigaciones de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos), el ajo es un potente antibacteriano, además es rico en alicina, una enzima medicinal que cuida de la salud cardiovascular, del sistema inmunitario, que también tiene un efecto anticoagulante. Consume un diente de ajo, como mínimo, al día.
8. Jugo de arándano
Entre las opciones naturales más recomendables para mejorar la circulación sanguínea están los arándanos. Gracias a ellos podemos mejorar la circulación sanguínea debido a sus efectos anticoagulantes, según sugiere la Southern Medical University (China). Consume arándanos en jugo, secos o incluso congelados, si no te es posible conseguirlos de temporada.
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