Se cree que el tercer lunes de enero es el "Blue Monday", el día más deprimente del año. Pero no tiene que ser así; de hecho, su título nació por un comunicado de prensa de Sky Travel en el 2005. La compañía, tratando de calcular cuándo la gente suele reservar sus vacaciones, encargó al Dr. Cliff Arnal, un psicólogo británico, que creara una fórmula para hacer precisamente eso.
Arnal afirmó que su fórmula, que supuestamente señalaba la época más deprimente del año, podía predecir cuándo la gente reservaría viajes a destinos de vacaciones soleados y felices. Su teoría tomó en cuenta el clima estacional, el tiempo transcurrido desde Navidad, los niveles de deuda personal y los ingresos mensuales.
Sumando todos esos factores, Arnal argumentó que el tercer lunes de enero era el día más deprimente del año y, por lo tanto, el día en que un gran número de personas reservarían sus escapadas tropicales.
En 2007, Arnal también afirmó que había usado su fórmula para señalar el día más feliz del año, que, dijo, generalmente cae alrededor del 20 de junio.
Su fórmula fue aceptada por los medios de comunicación de todo el mundo, y se acuñó el término Blue Monday.
El problema es que es posible que exista el día más deprimente del mundo, pero la realidad es que las emociones no son algo que se puedan prever. La tristeza y la depresión son cosas completamente diferentes, y por eso vamos a hablar de las diferencias.
Depresión, más que tristeza
La depresión es un trastorno mental que tiene un efecto abrumador en muchas partes de la vida de una persona. Puede ocurrir en personas de cualquier género o edad y altera comportamientos y actitudes.
En México, el 29% de las personas tuvieron síntomas depresivos, y ha sido considerada una de las enfermedades mundiales más subestimadas en la historia.
La principal diferencia entre la depresión y la tristeza es que la TRISTEZA es una parte normal del espectro emocional del ser humano, y todos podemos sentirla. Cuando perdemos a un ser querido, durante un corazón roto o al ver una película romántica, es una reacción saludable de un proceso emocional. Sin embargo, esta tristeza puede ser un síntoma de depresión.
Los trastornos depresivos son cada vez más constantes, y la tristeza es tan sólo un síntoma. Es fácil pasar por alto la diferencia entre tristeza y depresión, especialmente cuando consideramos la cantidad de personas que usan mal la palabra "depresión" o dicen "Estoy deprimido" para describir la "tristeza" cotidiana. Pero la tristeza no es un trastorno depresivo.
La depresión afecta las emociones, el pensamiento, el comportamiento y el bienestar físico de una persona. Alguien que se siente triste puede llorar por un tiempo, pasar un tiempo solo y luego volver a su vida normal en un corto período de tiempo. Pero una persona con depresión clínica tendrá síntomas como pérdida de interés en sus actividades, alejamiento de los demás, dificultad para dormir o un cambio drástico en el apetito que durará semanas o más. Incluso pueden tener pensamientos de muerte o suicidio.
Aunque las personas con depresión a menudo ocultan sus síntomas a quienes los rodean, existen algunas señales que pueden ayudar a saber cuándo una persona puede necesitar ayuda.
- Moverse, pensar o hablar lentamente, lo que dificulta la conversación y otras interacciones.
- Dejar de preocuparse por la higiene y el aseo personal.
- Aumentar o perder peso en respuesta a cambios en el apetito.
- Se agita con facilidad o llora incontrolablemente.
Pero la depresión no siempre se caracteriza por manifestaciones extremas de emoción. Algunas personas con depresión severa pueden volverse emocionalmente insensibles y parecer "entumecidas" o "más allá de las lágrimas". Puede que no sientan nada en absoluto. Y esta falta de emoción puede ser tan dolorosa como la tristeza prolongada, la ansiedad o la ira. El hecho de que alguien no esté llorando todo el tiempo no significa que no esté sufriendo.
Para las personas que viven con depresión, la intervención temprana es clave. Aquellos que tienen un episodio de depresión son propensos a episodios posteriores y pueden caer en depresión más fácilmente con cada episodio subsiguiente. La prevención de este patrón puede comenzar con la ayuda de personas cercanas.
Y tú, ¿crees que alguien cercano necesita ayuda?