El trastorno bipolar es una condición mental muy complicada que afecta el estado de ánimo, provocando episodios extremos de euforia (manía) y depresión; pero ¿esto es generado por herencia?
Aunque durante mucho tiempo, se ha especulado sobre su origen genético, recientes estudios han arrojado luz sobre los genes involucrados en la predisposición a esta enfermedad.
¿La bipolaridad es hereditaria?
De acuerdo con la Mental Health Information, la bipolaridad tiene una base genética significativa, aunque no exclusiva. Diversas investigaciones sugieren que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen un riesgo mayor de padecerla.
Sin embargo, la herencia no es un factor determinante. Estudios realizados con gemelos idénticos (quienes comparten el 100 % de su ADN), han demostrado que, incluso si uno de ellos desarrolla bipolaridad, el otro no siempre la manifiesta.
Esto indica que, si bien los genes juegan un papel clave, otros elementos, como el entorno y las experiencias personales, también son decisivos.
Los genes implicados
No existe un solo gen responsable del trastorno bipolar. En cambio, múltiples genes contribuyen a aumentar el riesgo. Estudios de asociación del genoma completo (GWAS, por sus siglas en inglés) han identificado varias variantes genéticas asociadas con esta condición.
Entre los genes más relevantes se encuentran:
- ANK3 y CACNA1C: relacionados con la regulación de los canales de sodio y calcio en el cerebro, influyendo en la comunicación neuronal
- ODZ4: vinculado con la función cerebral y la estabilidad emocional
- NCAN: asociado con la plasticidad neuronal, que influye en el control de las emociones
Estas variantes genéticas, aunque aumentan la predisposición, no garantizan el desarrollo de la enfermedad. De hecho, muchas personas portadoras de estas variantes nunca presentan bipolaridad, lo que refuerza la teoría de que la genética es solo una pieza.
Factores ambientales de la bipolaridad
A pesar de la influencia genética, los factores ambientales juegan un papel crucial en la manifestación del trastorno bipolar. Situaciones como el estrés crónico, el abuso de sustancias, experiencias traumáticas o cambios hormonales pueden desencadenar o agravar la enfermedad en personas con predisposición genética.
Por ejemplo, alguien con un historial familiar de bipolaridad podría no desarrollar la enfermedad si lleva un estilo de vida estable y saludable.
En cambio, otra persona con la misma carga genética podría manifestar síntomas tras un evento estresante o un desequilibrio químico en el cerebro.
¿Se puede prevenir el trastorno bipolar si hay antecedentes familiares?
Aunque no es posible prevenir el trastorno bipolar, las personas con antecedentes familiares pueden tomar medidas para reducir el riesgo o retrasar su aparición.
Mantener hábitos saludables, evitar el consumo excesivo de alcohol o drogas y controlar el estrés puede ayudar a estabilizar el estado de ánimo.
Además, la detección temprana es lo más importante, pues quienes tienen familiares diagnosticados deben estar atentos a síntomas como cambios drásticos en el ánimo, insomnio prolongado o irritabilidad extrema, ya que un diagnóstico precoz mejora el pronóstico.