Considerada una de las bebidas más ingeridas a nivel mundial, es un elixir que contiene múltiples beneficios, resulta ser también medicinal. Más importante que su consumo tradicional por sus características energéticas, estimulantes y calmantes, varios estudios confirman sus efectos positivos.
Actualmente se conocen que los beneficios del vino provienen de las semillas y del hollejo de las uvas, como la quercetina, sustancia colorante del fruto, los taninos, las flavonas y los polifenoses.
El resveratol, una sustancia que la uva desarrolla con el fin de defenderse de algunas infecciones, demostró poseer un importante efecto antioxidante, por lo tanto, funciona como preventivo de ciertas enfermedades.
Investigaciones de los últimos años han demostrado que consumirlo en moderación tiene un efecto preventivo y/o moderador ante ciertas enfermedades. El estudio Paradoja Francesa demuestra la relación directa entre la longevidad y el consumo de vino de forma habitual.
THE FACTS
1. El peso, la constitución física y hasta la raza determinan el grado de tolerancia y asimilación, especialmente en el caso de las mujeres y personas de raza negra que lo metabolizan más lentamente.
2. Moderadamente consumido el vino no engorda. Una copa de vino tinto aporta las mismas calorías que un yogur sin azúcar (entre 70 y 100 calorias).
3. Favorece la digestión de los alimentos y posee un importante efecto germinicida y antiséptico como se ha demostrado a lo largo de la historia empleándolo en la desinfección de heridas, como remedio contra la difteria, la bronquitis y hasta cono anestésico.
4. Los vinos secos y destilados mejoran la tolerancia a la glucosa en diabéticos.
5. Aporta hierro e iones de sodio y potasio. Compatible con las dietas de adelgazamiento (1 copa de vino blanco=70kcal)
Entérate de más beneficios en la obra Guia Peñin de Los Vinos de España 2009 de Jose Peñin
Con estos datos consulta a tu médico para corroborar que tan reales son los beneficios del vino dependiendo de ti tipo de cuerpo.