El cáncer es una de las enfermedades más temidas a nivel mundial, en gran parte porque sus primeras manifestaciones suelen ser silenciosas o confundirse con malestares comunes, pero ¿sabías que estos dos síntomas pueden ser la señal de que algo no anda bien?
El cuerpo envía señales que parecen inofensivas, pero podrían ser las primeras advertencias de esta enfermedad. Lo alarmante es que algunos de estos síntomas aparecen durante la noche, un momento en el que muchas personas tienden a ignorarlos o asociarlos con problemas menores.
Síntomas nocturnos de cáncer
Te revelamos algunos de los signos nocturnos que podrían estar relacionados con distintos tipos de cáncer y que no deben pasarse por alto.
- Sudoración nocturna excesiva
Despertar lleno de sudor, a pesar de que la habitación tiene una temperatura adecuada, es una experiencia que muchas personas han vivido.
Aunque puede deberse a la menopausia, el estrés o infecciones virales, la sudoración nocturna sin causa aparente podría ser un signo temprano de cáncer.
De acuerdo con la American Cancer Society (ACS), este síntoma es frecuente en personas con linfoma, leucemia o cáncer avanzado.
La transpiración ocurre cuando el cuerpo intenta combatir células malignas o reacciona a las sustancias químicas liberadas por el tumor.
Si la sudoración nocturna se presenta de forma recurrente, sin fiebre ni infecciones identificables, es momento de consultar a un médico.
- Cansancio extremo
Despertar con la sensación de no haber descansado lo suficiente, incluso después de ocho o más horas de sueño, podría ser más que simple fatiga.
El agotamiento persistente que no mejora con el descanso es otro síntoma que podría estar relacionado con el cáncer.
Esto se debe a que los tumores consumen gran parte de la energía del cuerpo o provocan inflamación, lo que genera un estado constante de fatiga.
Si la fatiga persiste durante semanas, interfiere con la rutina diaria o se combina con otros síntomas (como pérdida de peso o fiebre inexplicable), es recomendable acudir al médico.
- Sangrado en la orina o heces
Levantarse durante la noche para ir al baño no es inusual, especialmente en personas con problemas de vejiga o quienes consumen líquidos antes de dormir.
Sin embargo, la presencia de sangre en la orina o las heces durante estas visitas nocturnas podría ser un signo de alarma.
El sangrado rectal o en las evacuaciones puede estar asociado con cáncer colorrectal, mientras que la sangre en la orina podría indicar un problema renal, de vejiga o próstata.
Aunque no siempre es un síntoma exclusivo del cáncer, la detección de sangre sin una causa evidente (como hemorroides o infección urinaria) no debe pasarse por alto.
Si el sangrado es persistente, ocurre más de una vez o se acompaña de dolor abdominal o cambios en el hábito intestinal, es esencial buscar atención médica inmediata.
- Fiebre sin causa clara
Aunque la fiebre suele asociarse con infecciones comunes, en algunos casos puede ser una señal de que el cuerpo está combatiendo algo más grave.
El cáncer puede provocar fiebre debido a la inflamación crónica que genera en el cuerpo o a infecciones secundarias, ya que el sistema inmunológico se debilita.
Si la fiebre persiste por más de dos semanas, aparece durante la noche sin motivo aparente o se presenta con sudoración excesiva, es recomendable consultar a un médico.
- Dolor óseo o articular
El dolor óseo o articular es común en personas con problemas de artritis o lesiones previas. Sin embargo, cuando aparece de forma repentina, especialmente durante la noche, podría estar relacionado con ciertos tipos de cáncer, como el mieloma múltiple o el cáncer de hueso.
Si el dolor no disminuye con analgésicos, persiste durante semanas o afecta la movilidad, es necesario consultar a un especialista.
Aunque estos síntomas nocturnos no siempre son una señal clara de cáncer, su persistencia o combinación debe tomarse en serio.
Muchas personas tienden a normalizar signos como la sudoración excesiva o la fatiga, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento de enfermedades graves.