Todo lo que necesitas saber sobre el Síndrome de piernas locas o inquietas

WELLNESS

Cosquilleo, hormigueo, dolor, picazón son algunos de los síntomas de la enfermedad que afecta alrededor del 7 por ciento de la población

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Este síndrome se caracteriza por la necesidad de mover las piernas al dormir o permanecer sentado (Foto: Getty Images).

Si eres de las mujeres que tienes la necesidad de mover constantemente tus piernas, y va acompañado de dolor, hormigueo, desesperación, cosquilleo y calambres... puede tratarse del Síndrome de piernas inquietas (SPI).

Esta condición, también conocida como la enfermedad de Willis-Ekbom, afecta alrededor del 7 por ciento de la población, entre los 30 y 70 años de edad, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).


¿Qué es? ¿Qué lo causa? ¿Por qué esta afección puede interrumpir tu sueño e interferir en las actividades que realizas en el día? Según los expertos se trata de un padecimiento neurológico de origen genético sin repercusiones cerebrales, en el que se producen unas sensaciones molestas en las extremidades inferiores que hacen no tener el control.

Este movimiento suele ocurrir por la tarde o por la noche, cuando estás sentado o acostado. De hecho, el mayor problema es que rompe los patrones de sueño y por lo tanto no logras descansar, ocasionando con ello tener bajo rendimiento escolar o productividad laboral.

Además de perturbar tu capacidad de atención, percepción y memoria. Sin dejar de mencionar que incrementa la posibilidad de accidentes, tener mal humor, irritabilidad y cansancio e incluso el síndrome afecta el sistema inmunológico, provocando mayor riesgo de enfermedades.



¿Qué factores causan el SPI?

Hasta el momento, las investigaciones arrojan que la afección puede deberse a un desequilibrio de la dopamina, una sustancia química del cerebro que envía mensajes para controlar el movimiento de los músculos.

También los investigadores sospechan que es hereditario, especialmente si la afección comienza antes de los 40 años. Así mismo, por alteraciones nutricionales en los niveles de ciertos micronutrientes, como el hierro, diversas enfermedades gastrointestinales, la diabetes y padecimientos neurológicos.

¿Cómo se diagnóstica?

El médico se basará de acuerdo a la sintomatología y la práctica de estudios como electroencefalograma (EEG), electrooculograma (EOG), que es la medición de los movimientos oculares, y la polisomnografía, que consiste en el registro de estos parámetros electrofisiológicos que definen los estados de sueño y vigilia.

Estos exámenes médicos, medirán estos parámetros:

  • Actividad muscular
  • Respiración
  • Frecuencia cardíaca
  • Oxigenación
  • Movimientos oculares

Así, de esta manera, el neurólogo tendrá los antecedentes clínicos suficientes para dirigir adecuadamente el diagnóstico y tratamiento. Por cierto, sugieren que para tener un mejor resultado, es importante seguir las siguentes indicaciones.


1. Hacer ejercicio moderado y regular que ayude a dormir mejor y aliviar los malestares del síndrome. 

2. Aplica compresas frías o tibias, pues el uso de frío o calor, o alternar entre ellos, puede aliviar los síntomas del SPI.

3. Establece una buena higiene del sueño. Para esto, es importante generar un ambiente de sueño fresco, tranquilo y cómodo; acostarte y levantarte a la misma hora todos los días; y dormir al menos siete horas por noche.

4. Toma un baño caliente y masajearte las piernas para relajar los músculos. 

5. Evita la cafeína como el chocolate, el café, el té y los refrescos, durante unas semanas para ver si esto ayuda.

6. Considera la posibilidad de usar una envoltura para los pies, diseñada para personas con Síndrome de las piernas locas o inquietas, pues ejercen presión bajo el pie y puede ayudar aminorar los síntomas.



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