Han pasado más de dos años del inicio de la pandemia y con ello nos hemos acostumbrado al uso del cubrebocas y ahora que es momento de eliminar esta medida de restricción, aparece el síndrome de la cara vacía.
En distintos países, incluido México, comienza a dejar de ser obligatorio el uso de mascarillas en espacios abiertos y con el tiempo, conforme se vea el final de la pandemia y se convierta en endemia, comenzará a retirarse también en lugares cerrados.
Y aunque esta noticia causara felicidad, pues representa un paso hacia a la normalidad, para muchas personas esto es un problema, psicólogos y expertos en salud mental advierten el desencadenamiento de ansiedad en ciertos grupos de la población, principalmente adolescentes, a quienes este accesorio les aportaba seguridad.
¿Qué es el síndrome de la cara vacía?
El síndrome de la cara vacía, también conocido como mask fishing, es una fobia que se caracteriza por el miedo a mostrar el rostro de manera normal. Los expertos señalan que esto puede ser causado por el miedo a mostrarse ante los demás de forma normal, así como también puede existir el pánico a contagiarse.
La sensación de inseguridad de apodera de las personas, principalmente comienza a apoderarse de los adolescentes, ya que son ellos los que se encuentran en una etapa de crecimiento tanto personal físico y metal que puede provocar desestabilidad en su autoestima.
Para muchas personas ha sido un escudo que los ha protegido y los ha ayudado a ocultar el acné, los brackets, cicatrices y demás.
Cómo superar el síndrome de la cara vacía
El retorno a la normal es algo que tarde o temprano va a suceder y los cobrebocas desaparecerán en la mayoría de los países como medida obligatoria, por lo que habrá que acostumbrarse a verse sin ellos.
Los expertos recomiendan que las personas que sufran de este síndrome hagan una lista de las situaciones en que se sienten incómodas, enumerándolas de menor a mayor grado y a partir de esto ir enfrentando una por una hasta llegar a una sensación neutra, misma que se experimentaba antes de la pandemia.
Cabe recalcar que la mascarilla es el único elemento físico que separa a una persona de otra en esta contigencia sanitaria y ver el rostro de las personas es necesario para regular las emociones.