Cuando las personas hablan de salud mental, a menudo se refieren a un trastorno, como la ansiedad o la depresión, que puede requerir apoyo y tratamiento profesional. Pero la salud mental es mucho más que un diagnóstico. La salud mental incluye su bienestar psicológico general, como la forma en que te sientes contigo mismo y los demás, así como tu capacidad para manejar tus sentimientos y lidiar con las dificultades cotidianas.
Y aunque cuidar tu salud mental puede significar buscar apoyo y tratamiento profesional, también significa tomar medidas diarias para mejorar tu salud emocional. Realizar estas prácticas valdrá la pena en todos los aspectos de tu vida, incluido mejorar tu estado de ánimo, desarrollar la resiliencia y aumentar tu felicidad en general. Además puedes hacerlo todos los días y no requiere tanto tiempo y esfuerzo como imaginas.
Escribe algo por lo que estés agradecido
La gratitud se ha relacionado claramente con la mejora del bienestar y la salud mental, así como con la felicidad. El método mejor investigado para aumentar los sentimientos de gratitud es llevar un diario de gratitud o escribir una lista diaria de agradecimiento.
En general, contemplar la gratitud también es eficaz, pero es necesario practicar con regularidad para ver un beneficio a largo plazo. Encuentra algo por lo que estar agradecido, deja que llene tu corazón y disfruta de ese sentimiento.
Piensa algo positivo
Las investigaciones muestran que la forma en que piensas sobre tí mismo puede tener un efecto poderoso en cómo te sientes. Cuando nos percibimos a nosotros mismos y a nuestra vida de manera negativa, podemos terminar viendo las experiencias de una manera que confirme esa noción.
En lugar de hacer algo así, practica el uso de palabras que promuevan sentimientos de autoestima y poder personal. Por ejemplo, en lugar de decir: "Soy un perdedor. No conseguiré el trabajo porque me hundí en la entrevista", intenta decir algo como: "No me fue tan bien en la entrevista como pensaba, pero eso no significa que no vaya a conseguir el trabajo ".
Concéntrate en UNA cosa
Ser conscientes del momento presente nos permite dejar atrás las emociones negativas o difíciles de momentos pasados o experiencias que nos agobian. Empieza a ser consciente de las actividades que haces a diario de manera instintiva, como bañarte, almorzar o caminar a casa.
Ser consciente de las sensaciones físicas, los sonidos, los olores o los sabores de estas experiencias ayuda a enfocar tu atención. Cuando tu mente divague, simplemente devuélvela a lo que estás haciendo.
Mueve tu cuerpo
Después de hacer ejercicio, tu cuerpo libera sustancias químicas que alivian el estrés y mejoran el estado de ánimo llamadas endorfinas, por lo que la actividad física ha sido certificada y garantizada como un poderoso antídoto contra el estrés, la ansiedad y la depresión.
Busca pequeñas formas de agregar actividad a tu día, como subir las escaleras en lugar del ascensor o caminar a tu perrito por el parque. Para obtener el mayor beneficio, intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día e intenta hacerlo al aire libre. La exposición a la luz solar también ayuda al cuerpo a producir vitamina D, que aumenta el nivel de serotonina en el cerebro, y pasar tiempo con la naturaleza es un reductor de estrés comprobado.
Ten una conversación honesta con alguien
Saber que los demás te valoran es importante para ayudarte a pensar de manera más positiva y superar los aspectos negativos de la vida. También hay evidencia de que tener más confianza en uno mismo puede aumentar el bienestar emocional porque, a medida que mejora en la búsqueda de los aspectos positivos en otras personas, mejora en el reconocimiento de los propios.
Perdonar a alguien es otra forma de reducir el estrés y la ansiedad. Sí, puede ser difícil de hacer, pero aferrarse a la ira puede eventualmente conducir a la ansiedad y la depresión y mantenerte atrapado en el pasado.
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