Cuando hablamos de cáncer, sin importar el tipo que sea, sabemos que la prevención y la detección temprana son clave, especialmente para quienes tienen antecedentes familiares significativos.
Y es que, con el conocimiento adecuado y el asesoramiento médico, es posible abordar este riesgo de manera integral y con mayores herramientas para enfrentarlo y, mejor aún, tener buenos resultados.
Con esto en mente, tuvimos la oportunidad de entrevistar al Dr. José Eduardo Serratos Garduño, gineco-obstetra y mastólogo, quien nos compartió su perspectiva sobre las pruebas genéticas, los monitoreos, y cómo las mujeres pueden manejar la predisposición genética al cáncer de mama.
Pruebas genéticas del cáncer de mama
Para quienes cuentan con antecedentes familiares de cáncer de mama, los exámenes genéticos son una herramienta crucial en la detección y manejo del riesgo. El Dr. Serratos explica: “Recomendamos la prueba de los genes BRCA1 y BRCA2 para identificar mutaciones hereditarias que puedan predisponer al cáncer de mama u ovario.”
Estas pruebas ayudan a las pacientes a conocer sus riesgos y tomar decisiones informadas, pero desafortunadamente, no muchas las conocen. Y, por si eso no fuera todo, hay varias opciones:
- Otras pruebas genéticas: Además de BRCA, hay otros genes, como PALB2, CHEK2, y ATM, que también pueden estar implicados. “Para familias con múltiples casos de cáncer, recomendamos ampliar las pruebas a otros genes relacionados”, menciona el Dr. Serratos.
- Consulta con un especialista en genética: El Dr. Serratos subraya que un genetista es fundamental para interpretar los resultados y guiar las siguientes acciones. "Es esencial que las pacientes obtengan asesoramiento genético antes y después de realizar estas pruebas."
Opciones de monitoreo y vigilancia del cáncer de mama
Si una prueba genética no es una opción, es importante utilizar métodos de vigilancia que son fundamentales para detectar el cáncer en etapas tempranas, cuando es más tratable.
- Mamografía anual: El Dr. Serratos recomienda que las mujeres con riesgo elevado inicien las mamografías a los 40 años o una década antes de la edad de diagnóstico en el familiar más joven. Esta recomendación tiene como objetivo detectar tumores antes de que se vuelvan sintomáticos.
- Resonancia magnética: Para quienes tienen mutaciones BRCA o antecedentes significativos, sugiere: “La resonancia magnética anual es un complemento valioso a la mamografía, sobre todo en pacientes de alto riesgo.”
La autoexploración mamaria
Aunque es una herramienta útil, la autoexploración mamaria tiene limitaciones y no debe ser el único método de detección.
- Familiaridad con el propio cuerpo: La autoexploración permite a las mujeres conocer sus senos y estar alertas a cambios inusuales. “Es importante que las mujeres identifiquen bultos, cambios en la piel o cualquier otra irregularidad,” señala el Dr. Serratos.
- Limitaciones de la autoexploración: A pesar de que es una práctica útil, no reemplaza exámenes como la mamografía. “Los estudios muestran que la autoexploración no reduce significativamente la mortalidad, aunque ayuda a crear conciencia y a reconocer cambios tempranos,” comenta el especialista.
Factores de riesgo que no puedes modificar
Algunos factores de riesgo, como la genética, la edad y el historial familiar, no se pueden cambiar, pero conocerlos permite tomar precauciones adicionales.
- Mutaciones genéticas hereditarias y edad: El Dr. Serratos señala que tanto las mutaciones genéticas como el envejecimiento son factores que incrementan el riesgo de cáncer de mama. Las personas con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 tienen más probabilidades de desarrollar cáncer. Además, el riesgo aumenta con la edad, siendo más alto en mujeres mayores de 50 años.
- Historial familiar: Tener familiares de primer grado (madre, hermana, hija) con cáncer de mama incrementa el riesgo. En este caso, “Es importante que las mujeres con antecedentes familiares consulten a un especialista para monitoreos más frecuentes.”
Estrategias para reducir el riesgo de cáncer de mama
En casos de riesgo elevado, se pueden tomar medidas preventivas para reducir la posibilidad de desarrollar cáncer de mama.
- Cirugía profiláctica: En pacientes con mutaciones genéticas de alto riesgo, el Dr. Serratos menciona que “La mastectomía profiláctica y la salpingo-ooforectomía (extirpación de ovarios y trompas de Falopio) pueden ser opciones para reducir el riesgo.”
- Tratamiento preventivo: Medicamentos como el tamoxifeno y los inhibidores de aromatasa pueden ayudar a disminuir el riesgo de cáncer en personas predispuestas genéticamente. El especialista enfatiza la importancia de “considerar estas opciones con el apoyo de un oncólogo”.
- Estilo de vida saludable: Aunque no modifica los riesgos genéticos, llevar una vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo general de cáncer. “Mantener un peso adecuado, hacer ejercicio regularmente y una dieta equilibrada son aspectos que siempre benefician,” comenta el Dr. Serratos.
¡Consulta a tu médico si tienes dudas!