La obesidad es un problema de salud común que afecta a millones de personas en todo el mundo. No es simplemente tener unos kilos de más ya que se caracteriza por tener un alto porcentaje de grasa corporal y un índice de masa corporal (IMC) de 30. Se ha convertido en un problema de salud considerable en México, siendo el segundo país del mundo con más obesidad en el mundo
Aunque la prevalencia de la obesidad no ha recibido la importancia merecida, esto no disipa el temor de los profesionales sanitarios locales de que la enfermedad se esté convirtiendo en una epidemia si no se controla adecuadamente.
Controlar el problema de la obesidad implica mucho más que decirle a todo el mundo que se ponga a dieta para perder peso. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que es necesario un enfoque integral que incluya tres cosas importantes:
- En primer lugar, la promoción de hábitos alimentarios saludables y el fomento del ejercicio físico.
- En segundo lugar, desarrollar políticas públicas que promuevan el acceso a alimentos sanos, bajos en grasa y ricos en fibra
- Y, por último, formar a los profesionales sanitarios para que puedan apoyar eficazmente a las personas que necesitan perder peso y ayudar a otras a evitar el aumento de peso
A nivel individual, hay una multitud de cambios pequeños, pero significativos que se pueden hacer para ayudar a combatir la obesidad. A continuación te explicaremos 3 cosas que puedes hacer para prevenir la obesidad. Se trata de medidas sencillas y no drásticas que puedes tomar para asegurarte de seguir llevando una vida sana. Y lo que es más importante, son cosas que puedes empezar a hacer desde AHORA.
1. Evite los alimentos procesados
Actualmente hay muchos alimentos dañinos en la alimentación mexicana, pero unos son peores que otros. Por ejemplo, el consumo de alimentos procesados está relacionado con un mayor riesgo de obesidad.
Los alimentos con alto contenido en grasa, sal y azúcar no sólo son poco saludables, sino que además fomentan el comer en exceso. Así que deja las papas fritas y empieza a sustituir los refrescos por agua para empezar, y luego empieza a modificar tu dieta para asegurarte de integrar más alimentos integrales y frutas y verduras frescas en tus comidas y tentempiés.
2. Aumenta tu actividad física
Una dieta saludable y la actividad física siempre van de la mano para disminuir el riesgo de obesidad e incluso para combatirla si ya tienes sobrepeso.
El ejercicio, incluso en cantidades moderadas, puede ayudar mucho a mantener el peso. Las actividades aeróbicas como caminar, ir de excursión y bailar o las más vigorosas como correr, nadar y montar en bicicleta aumentarán tu gasto energético y por lo tanto te ayudarán a quemar grasa y a aumentar tu peso muscular.
3. Asegúrate de dormir lo suficiente
La falta de sueño puede conducir a la obesidad de muchas maneras diferentes. Según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, las personas que no duermen lo suficiente están demasiado cansadas para hacer ejercicio, lo que disminuye la quema de calorías diaria.
Por si fuera poco, los individuos que no duermen bien pueden ingerir más calorías, simplemente porque están despiertos más tiempo y tienen más oportunidades de comer. Además, la falta de sueño también altera el equilibrio de las hormonas clave que controlan el apetito, por lo que las personas que no duermen pueden tener más hambre de lo habitual.
4. Reduce el tiempo de pantalla
Hoy en día, casi todo el mundo es culpable de pasar demasiado tiempo con sus pantallas, ya sea jugando con el teléfono o viendo sus programas favoritos en YouTube o Netflix. Pero cuanto más tiempo pases delante de la pantalla, la computadora o la televisión, menos oportunidades tendrás de hacer actividad física. A esto se suma el hecho de que el tiempo que pasas frente a la pantalla también puede afectar a la cantidad de sueño que tienes, privándote de tu tan necesario descanso.
5. Ve con tu médico
La mayoría de la gente no se da cuenta de esto, pero una visita al médico debe hacerse por costumbre y no por necesidad. Si te preocupan los problemas de salud relacionados con tu peso y cree que corres el riesgo de ser obeso, visita a su médico y pregúntale sobre el control de la obesidad. Tú y tu médico pueden evaluar tu estado de salud actual, hablar de los riesgos para la salud y estudiar las opciones para perder peso.
¿Y tú qué haces por tu salud?