Si alguna vez has sentido que tus ojos tiemblan o se mueven en una dirección descontrolada a lo que estás mirando, podría ser a causa del nistagmo, un padecimiento ocular que se presenta con más frecuencia de lo que se cree.
En ocasiones esto va acompañado de sensibilidad a la luz y mareos, pues afecta directamente al equilibrio y la coordinación. El nistagmo puede causar problemas para realizar tus actividades y causarte inseguridad, pues en ocasiones no somos conscientes de estos movimientos.
¿Por qué me tiembla el ojo?
A estos movimientos involuntarios de los ojos se le llama Nistagmo y son causados por anomalías de las áreas del cerebro encargadas del funcionamiento de nuestra visión. Las personas no se vuelven consciente de esto, pero otros pueden detectarlo.
Existen dos tipos de nistagmo: el Síndrome de nistagmo infantil (SNI) que está presente al nacer, y el adquirido que puede aparecer a cualquier edad por una enfermedad o lesión.
Las causas sobre esto son variadas y generalmente el nistagmo no llega a ser grave.
Si tienes SNI no significa que padezcas de un trastorno, sin embargo sí puede ser causado por enfermedades oculares congénitas.
Por otro lado, si esto apareció en tu etapa adulta esto puede ser a causa del uso de ciertos medicamentos como la fenitoína, el exceso de alcohol o cualquier sedante también pueden causar estos movimientos involuntarios.
Además se ha detectado que el traumatismo craneal, la laberintitis, la enfermedad de Meniere, tumores cerebrales, esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular y la deficiencia de vitamina B12, pueden dar pie al nistagmo.
¿Debo ir al médico si me tiembla el ojo?
La respuesta corta es sí. Cualquier anomalía que presentemos en la visión es motivo de ir al al oftalmólogo. No hay que alarmarse, sin embargo si se presenta con mucha frecuencia deberías acudir lo antes posible.
El especialista realizará exámenes como tomografía computarizada de la cabeza, electrooculografía, resonancia magnética de la cabeza y prueba vestibular para dar un diagnóstico certero y revisar la gravedad.
No existe ningún tratamiento para la mayoría de los casos congénitos, sin embargo el médico evaluará la situación de cada paciente para dar alternativas a este problema ocular. Para quienes adquirieron el nistagmo, hay opciones como la cirugía que pueden revertir esto, incluso puede desaparecer si la enfermedad que lo ocasiona desaparece o mejora.