En algún momento leí que, si el mundo fuera a acabarse, posiblemente sea por un virus en lugar de una guerra mundial. Y si hay algo que aprendimos de la pandemia de covid, es que un virus es exactamente el enemigo más temido, pues no solo no podemos verlo, sino que es muy difícil de combatir en masa.
Esto podría llegar a suceder de nuevo, ya que el estado de Kerala, en el sur de la India, está luchando contra un brote de Nipah: un virus que proviene de los murciélagos, pero que ha desencadenado múltiples brotes en humanos en las últimas décadas.
Para entender mejor el peligro, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enumera a Nipah como uno de sus patógenos prioritarios: aquellos con alto potencial epidémico y para los cuales no existen contramedidas o son insuficientes. El virus también se considera una amenaza de bioterrorismo. Checa qué es y cuáles son sus síntomas.
¿Qué es el virus Nipah y cuáles son sus síntomas?
El primer brote de Nipah se registró en 1998, después de que el virus se propagara entre los criadores de cerdos en Malasia. De hecho, el virus lleva el nombre del pueblo donde fue descubierto.
Los brotes son raros, pero la Organización Mundial de la Salud ha incluido a Nipah (junto con el ébola, el Zika y el covid-19) como una de varias enfermedades que merecen una investigación prioritaria debido a su potencial para causar una epidemia global.
Nipah generalmente se transmite a los humanos a través de animales o a través de alimentos contaminados, pero también puede transmitirse directamente entre personas. Los murciélagos frugívoros son los portadores naturales del virus y han sido identificados como la causa más probable de brotes posteriores.
Los síntomas incluyen fiebre intensa, vómitos e infección respiratoria, pero los casos graves pueden implicar convulsiones e inflamación cerebral que provocan coma. Los pacientes tienen una tasa de mortalidad de entre el 40% y el 75% dependiendo de la respuesta de salud pública al virus, dice la OMS.
¿El virus Nipah es peligroso?
Desde ese brote inicial, han ocurrido otros en Bangladesh, India y Filipinas. Bangladesh experimentó brotes casi anuales entre 2001 y 2013, la mayoría de los cuales estuvieron relacionados con el contacto con murciélagos frugívoros, aunque se ha producido alguna transmisión limitada de persona a persona.
Antes del brote actual en la India, se habían registrado en todo el mundo un total de 634 casos y 376 muertes. Si bien son preocupantes, estas son todavía cifras relativamente pequeñas a escala global.
No obstante, el virus se está convirtiendo cada vez más mortal, pues la tasa de letalidad en brotes recientes en Bangladesh y la India es más alta que la reportada en Malasia y Filipinas. Además, mientras que la mortalidad durante el primer brote en Bangladesh en 2001 fue del 69%, durante el brote de 2013 fue del 83%, mientras que un brote en Kerala, India, en 2018 mató a 17 de las 18 personas infectadas, una tasa de mortalidad del 94,4%.
Las pruebas realizadas en murciélagos han revelado la existencia de al menos dos cepas del virus Nipah, conocidas como cepa de Malasia (que también estuvo relacionada con el brote de Filipinas) y cepa de Bangladesh (vinculada con brotes en Bangladesh e India).
Las infecciones humanas con la cepa de Malasia parecen ser un poco menos graves, con más casos subclínicos (donde las personas se infectan con pocos síntomas evidentes) y sin signos de transmisión de persona a persona.
Es importante mencionar que Nipah es un virus de ARN y estos virus tienden a tener altas tasas de mutaciones genéticas, lo que les facilita adaptarse a nuevos huéspedes y cambiar en respuesta a desafíos, por ejemplo, del sistema inmunológico de sus huéspedes.
Afortunadamente, el control de los brotes es posible, pues lo primero que hay que hacer es evitar el contacto con murciélagos. Además, el riesgo de transmisión entre humanos puede ser reducido fácilmente con agua y jabón.
No conforme con eso, se está trabajando en vacunas y tratamientos humanos para el virus. De hecho, varios se encuentran actualmente en ensayos clínicos, incluida una vacuna basada en ARNm, una basada en una proteína del virus Hendra, estrechamente relacionado, y otra que utiliza un virus de la estomatitis vesicular inofensivo para administrar una Proteína del virus Nipah.
El Centro Internacional para la Investigación de Enfermedades Diarreicas en Bangladesh también está estudiando a unos 50 sobrevivientes de Nipah para comprender mejor la respuesta del cuerpo al virus y apoyar el desarrollo de vacunas
¿Lo conocías?