Cuando de nutrición se trata, pareciera que hay cientos de mensajes contradictorios sobre lo que debemos o no hacer. Existen todo tipo de opciones, desde dietas vegetarianas y las que promueven el ayuno intermitente, hasta dietas basadas en tu tipo de sangre, todas con un objetivo en común: convertirte en una persona más saludable. Dos palabras que se han puesto de moda son los micronutrientes y los macronutrientes, que en realidad no son conceptos nuevos, sino dos componentes muy importantes para la alimentación saludable. Mientras mejor los comprendas, podrás sacarle más provecho a tu dieta de manera consciente. Aquí te explicamos qué son y cuál es la diferencia entre ambos.
¿Qué es un nutriente?
Empecemos por lo básico. Los nutrientes son sustancias que necesita el cuerpo para realizar correctamente el proceso del metabolismo, que consiste en descomponer lo que consumimos y transformarlo en la energía que el organismo requiere para su correcto funcionamiento. Existen nutrientes imprescindibles que solo pueden obtenerse a través de los alimentos y se llaman nutrientes esenciales. Estos, a su vez, se dividen en dos categorías: macronutrientes y micronutrientes.
¿Cuáles son las diferencias?
La diferencia principal radica en la dosis que el cuerpo requiere de cada uno. Los macronutrientes representan la principal fuente de energía, por lo tanto se necesitan en grandes cantidades. Por otro lado, la dosis de micronutrientes que requiere el ser humano no es muy alta, ya que casi no aportan energía, pero sí participan en importantes procesos metabólicos, por lo que no pueden eliminarse. Ambos son absolutamente vitales para lograr una nutrición completa y provechosa.
¿Qué son los macronutrientes?
En esta categoría entran las proteínas, las grasas y los carbohidratos, que son los alimentos que aportan la mayor cantidad de energía al organismo. Todos cumplen una función específica y determinada en el cuerpo, por lo tanto es necesario incluir alimentos de cada grupo en una dieta balanceada.
- Proteínas: Las proteínas son requeridas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de los tejidos, ya que básicamente son el material de construcción principal para los huesos, los músculos, la piel y los órganos. Se pueden encontrar principalmente en la carne de origen animal, también están presentes legumbres, frutos secos y cereales.
- Grasas o lípidos: Los lípidos son moléculas que se caracterizan por ser insolubles en agua y cuya función principal es la de aportar y almacenar energía. También participan en el transporte, absorción y formación de ciertas vitaminas. Los ácidos grasos (saturados e insaturados) y el colesterol se encuentran dentro de esta categoría. En cuanto a la comida, puedes encontrarlos en algunos productos lácteos como el queso y la mantequilla, también en grasas vegetales como el aceite de coco, de palma, de oliva, el aguacate, los frutos secos y semillas.
- Carbohidratos o glúcidos: Aunque a menudo son satanizados, los carbohidratos en realidad representan la mayor fuente de energía para el organismo. Van desde azúcares simples hasta complejos que funcionan principalmente en forma de glucosa, una sustancia necesaria para el sistema nervioso y el metabolismo normal de las grasas. Mientras que los azúcares simples se encuentran en la miel, la leche y la fruta; los carbohidratos complejos están en el pan, la pasta, el arroz y los cereales.
¿Qué son los micronutrientes?
Los micronutrientes son sustancias que trabajan en conjunto con los macronutrientes para realizar un sinfín de procesos en el cuerpo que son necesarios para mantener la vida. Se dividen principalmente en vitaminas y minerales.
- Vitaminas: Las vitaminas son sustancias cuya función es intervenir en la formación de enzimas y actuar como catalizadores para distintos procesos fisiológicos. En comparación con otros nutrientes, las cantidades que debemos ingerir son mínimas, pero indispensables para evitar enfermedades. Algunas vitaminas que debemos consumir con regularidad son vitamina A, B, C, D, K, B1, B2 y B12, entre otras.
- Minerales: Los minerales son compuestos químicos que actúan como reguladores en diversos procesos como la ósmosis, el metabolismo y el sistema inmunitario. Algunos minerales ayudan en la formación de estructuras sólidas del cuerpo como los huesos y dientes, otros están disueltos en el organismo. Los minerales que necesitamos en cantidades más significativas son el zinc, el calcio, el magnesio, el sodio, el potasio, el fósforo, el hierro y el yodo, entre otros.
¿Cómo llevar una dieta balanceada?
Para que el cuerpo funcione de la mejor manera, necesitamos una dieta variada que incluya alimentos de todos los grupos para proporcionar al organismo con una cantidad adecuada de macronutrientes y micronutrientes. Aunque las dosis que se necesitan son distintas dependiendo de cada persona, lo que no cambia es que ambos tipos de nutrientes se necesitan mutuamente para vivir de manera saludable.