La piel refleja la salud, edad e higiene de una persona, con los años esta requiere cuidados distintos. Es común que nos preocupe la exposición al sol por los daños y enfermedades que causa, sin embargo, poco nos cuestionamos el deterioro que provoca la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos.

De acuerdo con la doctora Patricia Carbajal, especialista en dermatología avanzada, la luz azul produce oxidación (genera mayor muerte celular) e hiperpigmentación. Esto último es aún más grave en personas que tienen tendencia a manchas en la piel, ya que pueden empeorar.

Las afectaciones en la piel dependen de la distancia y uso que se le da a un dispositivo, además de los cuidados que se tengan. El daño de la luz azul es silencioso, pues al trabajar a nivel celular sus efectos no son visibles e inmediatos, como por ejemplo, los de los rayos ultravioleta.

Cuidados básicos para evitar el daño de la luz azul

• Evitar estar demasiado tiempo frente a un dispositivo.
• Protegerse al usar a diario un protector solar orgánico.
• Aplicación del producto cada cuatro horas como mínimo.
• Usar antioxidantes como la vitamina C en porcentajes adecuados.

¿Qué es un protector solar orgánico?

Un protector solar orgánico o físico es aquel que incluye polvos naturales como: el óxido de zinc y el dióxido de titanio. Se pueden encontrar en la cosmética y es preferible que sea de tecnología avanzada con un factor protección arriba del 30.

La doctora Patricia Carbajal recomienda el protector solar mineral compacto de Skin Better Science. Este se adapta al tono de la piel y proporciona un toque de color, además de ser resistente al agua (80 minutos).

Tratamiento para daños de la luz azul

Existen varios tratamientos para los daños causados por la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos. Una buena rutina dermatológica es indispensable, mientras que en consultorio, la luz pulsada puede ayudar desinflamar la piel. Los peelings también son una buena opción, así como el láser para regenerar la epidermis, que es la última capa de la piel que se ve afectada.