Los ritmos circadianos son los ciclos naturales que le avisan al cuerpo cuándo dormir, despertar, comer y reparar la piel, así como los procesos biológicos y psicológicos. Este reloj interno está influido por señales externas como la luz solar y la temperatura, que ayudan a determinar si nos sentimos con energía o agotados.
Por ello, cualquier desajuste puede provocar problemas del sueño, diabetes, ansiedad, obesidad y cáncer, entre otros. Los ritmos circadianos se han convertido en una tendencia mundial que cada vez gana más adeptos, entre ellos Gwyneth Paltrow, quien habla mucho del tema en su sitio wellness Goop y en su libro Clean Beauty. “El sueño juega un papel tan poderoso en la determinación del apetito y los niveles de energía que debería ser la prioridad de todos, incluso antes de pensar en una dieta”, dijo.
Nunca se había estado tan obsesionado con el tema del sueño que actualmente existen innumerables colchones inteligentes, gadgets que ayudan a relajarse y a dormir, retiros de sueño, etc. Incluso, se estima que la “industria del sueño” alcance los 585 mil millones de dólares para el 2024. Sin embargo, a pesar de todo esto, hay estudios que demuestran que no dormimos bien.
Según la GWS, a nivel mundial, 1 de cada 3 personas tiene un mal sueño, y 1 de cada 10 padece insomnio. Expertos como el doctor Satchin Panda, autor de The Circadian Code, nos explican que los humanos evolucionaron para ser altamente sensibles a la exposición regular a la luz natural y a la oscuridad y que, hoy en día, nunca se había estado expuesto a tanta interrupción en los ritmos circadianos, absorbiendo luz y oscuridad de forma históricamente antinaturales que nos hace creer que aún es de día.
Sin embargo, la medicina circadiana se mueve rápidamente y se estima que en pocos años una sola muestra de sangre, saliva o aliento sea capaz de determinar con precisión el estado de nuestro reloj biológico y, así, las aplicaciones podrían informarnos cuándo es momento de apagar la luz, dormir y levantarse, comer y hacer ejercicio.
yvr