La lepra es una enfermedad infecciosa que ha atacado al ser humano desde hace 4 mil años, pues en 2009, durante una excavación arqueológica en Rayastán, India, se encontraron restos óseos de un hombre adulto con muestras de haber padecido esta condición.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lepra o enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa crónica producida por la bacteria Mycobacterium Leprae (bacilo ácido-alcohol resistente) que afecta especialmente al sistema nervioso periférico, la piel, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos.
Se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas que suelen ser más claras que el color normal de la piel, lesiones en la piel que no se curan después de algunas semanas o meses, falta de sensibilidad en la piel o adormecimiento debido al daño en los nervios debajo de la piel y debilidad muscular. En caso de no ser tratada, la lepra puede causar discapacidad y ceguera.
Cabe destacar que en la actualidad la enfermedad no es mortal y para que se propague deben de existir condiciones específicas, así que no se considera una emergencia sanitaria, como se ha estado advirtiendo en algunas redes sociales.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
La transmisión se produce cuando una persona con lepra estornuda y los que están a su alrededor aspiran esas gotas en el aire contaminado, cuando existe un acercamiento estrecho y habitual con enfermos no tratados. Sin embargo, la mayoría de las personas que entran en contacto con un enfermo no acaban infectadas, porque su sistema inmune aquieta la bacteria.
Se sabe que su período de incubación oscila entre los nueve meses y los 20 años, y que los más afectados suelen ser jóvenes de 20 a 30 años de edad, sin embargo, deben tener especial cuidado las embarazadas, ya que, pueden transmitirle al feto la infección. En este caso, es recomendable realizar las pruebas pertinentes al recién nacido. La enfermedad raramente aparece en menores de tres años de edad.
La lepra es curable con un tratamiento que dura de 6 a 24 meses y consiste en la toma oral del medicamento dapsona y al mismo tiempo, rifampicina; sin embargo, siempre se recomienda acudir con el médico para evitar la automedicación, pues pueden existir efectos secundarios.
LA PREVENCIÓN
El riesgo de contraer lepra es muy bajo, aún así, la mejor manera de prevenir la enfermedad es el diagnóstico y tratamiento precoz de las personas infectadas y realizar controles a los que han estado en contacto con este tipo de pacientes.
La única protección ha venido actualmente de la vacunación con BCG (bacilo Calmette-Guerin), una dosis simple cuyo da el 50 por ciento o una protección más alta contra la enfermedad, pero ésta solo debe ser ordenada y aplicada por un médico, si lo considera pertinente. BCG es un componente del programa desplegado sobre la inmunización y ofrece un cierto grado de protección contra la tuberculosis, que es causada por una micobacteria aliada a los de la lepra.
Existen dos tipos de lepra, la paucibacilar, que es la menos grave (2-5 lesiones cutáneas) y en la que aparecen manchas en la piel y pérdida de sensibilidad en esas zonas. Los médicos aseguran que las personas contagiadas con este tipo de lepra responden rápidamente al tratamiento. La lepra multibacilar es la más grave, pero tiene cura. Se caracteriza por múltiples lesiones cutáneas, inflamación de los nervios y congestión nasal.
LEPRA EN MÉXICO
De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSA), actualmente existen 18 estados de la República Mexicana con casos confirmados de lepra, que suman 89 pacientes con esta enfermedad y que es el estado de Sinaloa el que concentra 32 de ellos. La institución señala que 50 de los pacientes son hombres y 39 son mujeres.
El listado por entidades se ubica de la siguiente manera: Sinaloa 32 casos, Michoacán 15, Jalisco 6, Nayarit 5, Chiapas y Nuevo León 4, Yucatán, Guerrero y Colima 3, Tamaulipas, Quintana Roo, Guanajuato, Coahuila y Baja California 2, y, finalmente, Aguascalientes, Oaxaca, Morelos y el Estado de México con solo 1 caso cada uno.
Según las autoridades sanitarias, en México la lepra disminuyó un 97% entre 1989 y 2017. Durante estos años, la mayoría de casos se han registrado en Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Michoacán. Desde 1994, México logró abatir la lepra como problema de salud pública, al alcanzar la meta establecida por la OMS de menos de 1 caso por cada 10 mil habitantes.
Según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, los estados de Sinaloa y Michoacán son los que han registrado más prevalencia.
Hace algunos días se informó de la presencia de dos casos de lepra en Coahuila. Desde Monclova, Roberto Bernal, secretario de Salud en el Estado, confirmó que existe un caso de lepra en Torreón y otro más en Sabinas, pero que ya se encuentran en tratamiento, por lo tanto, la enfermedad y su posible propagación está totalmente controlada.