Un ingrediente clave para ayudar a reparar y nutrir nuestro cabello es la keratina, una proteína que nuestro cuerpo produce pero en muy poca cantidad.
Su función principal es proteger las células epiteliales, además de que brinda brillo, fuerza y resistencia pues las fibras forman estructuras como fibrillas que se enrollan y al retorcerse forman otras fibrillas más grandes.
Debido a los factores externos como la contaminación y la luz solar, así como los malos hábitos de higiene, el abuso de planchas y secadores, la keratina se va desgastando provocando que nuestro pelo se vuelva seco y encrespado.
Pero para restaurar esta cantidad perdida existen tratamientos de salón de belleza que repararán las fibras del cabello y lo nutrirán desde la raíz, además de que lo protegerá de estos agentes dañinos.
En el mercado encontrarás varios productos con este componente, en general son alisadores y es necesario aceptar que contienen sustancias químicas como el formaldehído, por ello es que se si solo recibes el tratamiento tres veces al año, el riesgo es mínimo.
La buena noticia es que puedes aumentar el nivel de keratina de manera natural si añades a tu dieta verduras como el brócoli, la cebolla, el ajo y la col rizada.
Incluye también las proteínas saludables que encontrarás en carnes magras, aves de corral, huevos, productos lácteos bajos en grasa y pescados entre ellos los que son ricos en ácidos grasos omega 3.
La vitamina C será otro gran aliado, tan solo deberás consumir jugos cítricos, frutos rojos, pimientos y hojas verdes.
Estos hábitos saludables beneficiarán también a tus uñas, dientes y piel, partes del cuerpo donde la keratina es la proteína más importante en su composición.