Sin duda envejecer es un proceso por el cual todos pasamos y, definitivamente, no tiene que ser un martirio ni un dolor de cabeza para nadie. El tiempo sigue y la belleza se acaba pero, la naturaleza tiene sus formas de ayudarnos y nos da la respuesta en lo más simple, solo hay que poner atención y saber lo que tenemos y cómo podemos explotarlo para entender todos sus beneficios y posibilidades.
Una de las terapias más simples y funcionales que existen es la hieloterapia en el rostro, se define como una técnica centrada en aportar una dosis extra de firmeza en la piel mediante la aplicación de hielo sobre la piel.
Para llevar a cabo este tratamiento debes de tener en cuenta algo muy importante: el hielo se coloca dentro de una tela o paño; esto es esencial, pues de no hacerlo podrías quemar tu piel. Una vez que lo coloques de forma correcta frota y da masaje a toda tu piel. La técnica ayuda a combatir el acné, desvanece líneas de expresión, quemaduras por exposición solar, mala alimentación y contaminación. Puntualmente ayudará a tu piel a estar más hidratada, tonificada y sin imperfecciones.
¿Cómo aplicar el hielo en el rostro?
Debes de asegurar que justo antes debes realizar una limpieza profunda en tu piel, debe estar libre de contaminación y maquillaje, después, envuelve los cubos de hielo y da masaje de uno a dos minutos. Realiza movimientos circulares en la frente, ojos, nariz, mejillas, mandíbula y barbilla. Si tienes un problema de acné, puedes aplicarte tu tratamiento posteriormente al masaje con hielo, será perfecto para darle una conclusión al proceso. Hazlo dos veces al día, antes de maquillarte y antes de dormir, verás tu piel mejorada en un par de semanas.
Otro de los beneficios es que el hielo ayuda a que la piel tenga una mejor circulación sanguínea, oxigenará provocando una apariencia más lozana. Las bolsas de ojos son otra parte del cuerpo que también presenta mejoría con este tipo de tratamiento, recuerda siempre que el hielo es un hidratante natural para nuestro piel.