Pocas veces nos habíamos preocupados por la salud de nuestros pulmones como hasta ahora, que el covid-19 ha demostrado lo que es capaz de hacer sino los mantenemos fortalecidos, ya que es una enfermedad que puede causar daños pulmonares y problemas respiratorios muy serios.
Afortunadamente, existen ejercicios fáciles de hacer que contribuyen con el cuidado de la salud pulmonar; y es que la fisioterapia se ha convertido en algo fundamental para evitar complicaciones tras la infección por el coronavirus, pues al realizar estos entrenamientos aumenta la fuerza y la resistencia, disminuyendo así la dificultad en la respiración.
En el marco del Día Mundial de la Fisioterapia, a celebrarse cada 8 de septiembre, tiene como finalidad resaltar la importancia del trabajo y la contribución de los fisioterapeutas a la salud pública y a las personas en todo el mundo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en la rehabilitación por covid-19, así como por otras afecciones que pueden causar daños a los pulmones, los fisioterapeutas, como expertos en el tratamiento, enseñen a las personas a retomar sus actividades cotidianas de forma pausado y con un ritmo adecuado mediante una serie de ejercicios que ayudan a los pulmones a funcionar con más eficiencia. Algunos de los recomendados son los siguientes:
1. Labios fruncidos
Este tipo de ejercicio mantiene las vías aéreas abiertas por más tiempo, lo que facilita que el flujo de aire entre y salga de los pulmones.
- Para esto, es necesario sentarnos en una posición erguida, la buena postura puede ayudar a promover el movimiento pulmonar
- Respirar profundamente por la nariz de manera lenta y controlada.
- Luego, frunce los labios, deberían estar casi en contacto entre sí, como cuando vamos a “dar un beso”.
- Finalmente, exhalamos por los labios fruncidos. Idealmente, la exhalación debería ser dos veces más prolongada que la inhalación.
Algunas personas consideran especialmente beneficioso enfocarse en el tiempo, por ejemplo, al inhalar 5 segundos y exhalar 10 segundos.
2. Respiración abdominal
Es una de las recomendaciones de la Asociación del Pulmón de Estados Unidos, para ayudar a mejorar la velocidad a la que los pulmones se expanden y contraen, y es que se enfoca a fortalecer el músculo diafragma, lo que permite que podamos respirar profundamente.
- Para hacerlo, debemos colocar una mano o un objeto liviano en el estómago.
- Luego, respiramos lentamente por la nariz y observar cuándo alto sube nuestro estómago.
- Exhalamos por la boca.
- Inhala por la nariz, esta vez intentemos que el estómago suba más alto que con la inhalación anterior.
- Exhalamos e intentamos que cada exhalación sea dos o tres veces más prolongada que cada inhalación.
- Periódicamente, movemos los hombros hacia adelante y atrás y también movemos la cabeza de lado a lado para asegurarnos de que el ejercicio no esté contribuyendo a la tensión en la parte superior del cuerpo.
Para mejorar la función pulmonar, es necesario practicar la respiración abdominal y con los labios fruncidos durante unos 5 a 10 minutos todos los días.
3. Estiramientos
Este ejercicio trae consigo una serie de beneficios para los pulmones, pese a no ser un entrenamiento que trabaje de forma directa sobre ellos. Consiste en lo siguiente:
- De pie, comenzamos con los brazos verticales al costado del cuerpo. Mientras inhalamos, los elevamos lentamente, hasta llevarlos a la altura de los hombros, de forma tal que el cuerpo quede en forma de cruz.
- Tras retener el aire en los pulmones durante algunos segundos, exhalamos -también con lentitud- mientras los brazos regresan a la posición inicial.
- Otra posibilidad es: también de pie, con las piernas un poco separadas, elevar los brazos por encima del cuerpo y tomarnos las manos sobre la cabeza. Luego, inclinar el torso hacia uno y otro lado, de manera que se estiren los tejidos de los costados del cuerpo.
Es importante que realicemos estos ejercicios, con mucho cuidado y poco a poco, para evitar lesionarnos.
4. Soplar con ayuda de una botella
- Este ejercicio tiene como función ayudar a mover secreciones que estén en la parte profunda del pulmón.
- Lo que debemos hacer, es soplar a través de un popote conectado a una botella de agua, generando burbujas.
- Se recomienda hacerlo durante 5 a 10 minutos por la mañana y en la tarde.
5. Subida y bajada de escaleras
- Este hábito reforzará la resistencia y oxigenación del cuerpo ante un esfuerzo. Así que solo necesitaremos de unas escaleras para hacerlo.
- La primera fase es la más fácil, tan solo debemos subir y bajar los escalones, inhalando por cada peldaño y exhalando en dos.
- La segunda fase es un poco más complicado, pero nada imposible. En la misma medida de escalera, vamos a intentar subir de a 2 escalones, preferiblemente si hay algo de que sujetarnos.
- Vamos a iniciar la respiración antes de empezar, al subir los dos escalones exhalamos, descansamos unos segundos, y seguimos.
- Se sugiere hacerlo una vez al día, mínimo 2 series.