La mayoría de nosotras queremos lucir un rostro suave, terso y joven, sin embargo en este objetivo de nutrirla y querer darle los cuidados para lograrlo, podemos cometer ciertos errores que podrían perjudicar severamente nuestra piel.
Así que para evitarlo, te invitamos a seguir esta guía que ayudará a mantener tu cuerpo y rostro libre de cualquier daño.
1. Falta de hidratación. La piel necesita tener unos niveles de agua adecuados para mantenerse sana, por lo que no olvides tomar tus dos litros de este vital líquido. Además el uso de una crema humectante es fundamental y para esto los especialistas en dermatología recomiendan aplicar en el cuerpo y rostro productos que contengan ceramidas, glicerina, la vaselina o ácido hialurónico.
2. Olvidarte del protector solar. Algunas personas creen que uso del bloqueador es sólo para los días de playa o soleados y no es así, debes usarlo todos los días y aplicarlo cada cuatro horas para proteger la epidermis de los rayos UV y de la luz azul.
3. Agua caliente. Ducharse con agua muy caliente puede ser placentero, pero no es bueno para la piel, pues hacerlo elimina los aceites naturales del órgano y alteras sus propiedades como los lípidos y las proteínas de su superficie haciendo así que se inflame.
4. No desmaquillarte. Cuando llegas cansada del trabajo o de alguna reunión, es muy probable que decidas omitir este cuidado básico, ya que el no hacerlo, solo puede generar impurezas en la piel logrando acumular partículas de suciedad y transformarlas en puntos negros. Por ello, se aconseja hacer este paso por más fatigada que estés, ya que a la larga estarás evitando un envejecimiento prematuro del rostro.
5. Usar la misma maquinilla para depilarte. Si tienes esta costumbre, es mejor que lo olvides, porque la foliculitis y la irritación de la piel se producen cuando las hojas de afeitar se vuelven desafiladas y esto sucede, a su vez, cuando se usa la misma maquinilla con frecuencia. Así que cámbiala cada dos o tres afeitados.
6. Usar productos caducados. Este hábito puede resultar contraproducente, ya que además de no lograr el mismo efecto, pueden generarnos irritaciones o reacciones alérgicas y con ello una visita al dermatólogo no planeada para remedias estas afecciones.