El escritor británico Alan Alexander Milne se inspiró en un osito de trapo y en otros peluches que eran propiedad de su hijo Christopher para crear cuentos de fantasía.
Los protagonistas de estos relatos eran Winnie Pooh, Piglet, Tigger, Conejo, Igor, Christopher Robin, Cangu, Rito y Búho, personajes que tuvieron su debut literario en el año 1926.
Años más tarde se realizaron varias adaptaciones para televisión y cine por lo que pudimos conocer más de cerca la personalidad de cada uno y, al prestarles mayor atención, salió a la luz que tienen un problema de desarrollo neurológico o psicosocial.
Así lo sugirió un estudio que se publicó en la revista Canadian Medical Association donde los especialistas advirtieron que los habitantes de El bosque de los cien acres estarían más orientados a los adultos que a los propios niños.
Winnie Pooh: Trastorno por Déficit de Atención
Su estilo de vida es desorganizada y sus pensamientos son dispersos, le cuesta trabajo prestarle atención a alguien, además de que sufre de una compulsión por comer cuando se siente ansioso.
Igor: Depresión
Al ser probablemente el personaje más triste de la historia de los libros, los especialistas señalaron que es el que mejor representó la depresión, aún cuando no se tiene suficiente historia para diagnosticarlo como una heredada y endógena o para saber si algún trauma inicial contribuyó a su negativismo crónico y a la baja energía.
Cangu: Trastorno de Ansiedad Social
Nos damos cuenta de que siempre lleva a Roo en su bolsa porque cree que tiene autismo, motivo por el cual se preocupa y crece su ansiedad. Está preocupada por su hijo y por cómo va a sobrevivir como madre soltera.
Roo: Autismo
Parece vivir en dos extremos opuestos ya que a veces no presta atención a nada que esté sucediendo a su alrededor, y termina en situaciones algo peligrosas, mientras que en otras decide sentarse en silencio en la bolsa de su madre, ignorando por completo el mundo que lo rodea.
Piglet: Ansiedad
Está constantemente preocupado e hiper-vigilante por lo que podría pasar y se sorprende de manera repentina por cosas como ruidos y movimientos que lo hacen correr y esconderse.
Tigger: Hiperactividad
Sus rasgos de personalidad entran en este diagnóstico porque no puede quedarse quieto por un momento y le gusta tomar decisiones impulsivas.
Conejo: Trastorno Obsesivo-Compulsivo
Los nervios le entran cuando su mundo no está perfecto, entrando en angustia cada que se presenta cualquier tipo de interrupción en su vida organizada.
Christopher Robin: Esquizofrenia
Es el único humano del grupo que, debido a que todo lo que ve es producto de su imaginación, se dice que sufre de esquizofrenia.