Ya sea por el estilo de vida, el estrés causado por el trabajo o en el ámbito personal, la mala alimentación, o el sedentarismo, ha llevado a que miles de personas en el mundo sufran un mal que cada vez se presenta más, los padecimientos digestivos.
En México se calcula que un 70 por ciento de la población padece algún malestar que puede ir desde acidez, inflamación, ruidos, o gases hasta el síndrome de intestino irritable, según datos de la Secretaría de Salud Federal.
Síntomas que, cuando ocurren con frecuencia, causan grandes trastornos en nuestra vida y por ello, debemos hacer cambios en la dieta y en todos nuestros hábitos para mejorar la salud.
1. Comer sanamente
La comida rica en carbohidratos refinados, grasas saturadas, el exceso de sal y azúcares se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos digestivos y aumentar la inflamación intestinal.
Además de provocar problemas en el corazón, padecer colitis ulcerosa, intestino irritable, entre otras enfermedades. Afortunadamente, evidencia científica sugiere que las dietas basadas en nutrientes protegen contra las enfermedades digestivas.
Por lo tanto, consumir alimentos integrales, frutas, verduras, pescado, yogur, carnes blancas, jengibre, entre otros es una gran opción. También, los expertos sugieren comer conscientemente, es decir: despacio y concentrarse en la comida apagando el televisor y guardando el teléfono celular.
2. Más fibra
Los alimentos ricos en fibra como los cereales, las frutas y las verduras pueden hacer maravillas para el tracto digestivo. Las mujeres deben trata de comer por lo menos de 21 a 25 gramos de fibra al día, mientras que los hombres de 30 a 38 gramos al día. Y los niños de uno a tres años deberían recibir 19 gramos de fibra por día.
En este sentido, hay que tener en casa manzanas, frambuesas y pan de grano. Además de los prebióticos, que son otro tipo de fibra que alimenta las bacterias intestinales saludables. Se ha demostrado que las dietas ricas en esta fibra reducen el riesgo de padecimientos inflamatorios del intestino. Se encuentran en muchas frutas, verduras y cereales.
3. Tomar agua
La ingesta baja de líquidos es una causa común de estreñimiento, por eso los expertos sugieren beber de 1,5 a 2 litros de agua u otros líquidos sin cafeína por día para prevenir este padecimiento, así como malestares digestivos.
Además de agua, también se puede satisfacer la ingesta de líquidos con infusiones de hierbas o agua mineral. Otra forma de ayudar a satisfacer las necesidades de ingesta de líquidos es incluir frutas y verduras con alto contenido de agua, como pepino, calabacín, apio, tomates, melones, fresas, toronjas y melocotones.
4. Manejar el estrés
Se ha comprobado que el estrés causa estragos en tu sistema digestivo y está asociado con úlceras en el estómago, diarrea, estreñimiento, etc. Así que para prevenirlo o manejarlo de una manera beneficiosa para la salud, los especialistas sugieren hacer meditación, o un entrenamiento de relajación, o yoga e incluso la acupuntura ha mejorado los síntomas digestivos.
5. Actividad Física
El ejercicio es una de las mejores formas de mejorar la digestión. Un estudio en personas sanas mostró que el ejercicio moderado, como andar en bicicleta, trotar o caminar aumentaba el tiempo de tránsito intestinal casi un 30 por ciento.
O bien, realizar ejercicios basados en el yoga, ayudan también a aliviar y relajar los problemas digestivos causados fundamentalmente por los gases y los reflujos de ácidos que crean esa sensación tan desagradable.