Si alguna vez has sentido que los cólicos menstruales te sacan lágrimas, te tumban en la cama o te impiden funcionar, no estás exagerando. Para muchas personas que menstrúan, este dolor no es solo una incomodidad mensual: es una experiencia física y emocionalmente agotadora.
Si bien se ha minimizado el dolor durante años, ahora la ciencia lo respalda con una comparación que no deja lugar a dudas, pues un estudio mantiene que se asemeja a un infarto. Sigue leyendo y entérate de todos los detalles.
Comparan el dolor menstrual con un infarto
Según el profesor John Guillebaud, especialista en salud reproductiva del University College de Londres, los cólicos pueden ser tan dolorosos como un infarto. Así lo han descrito muchas de sus pacientes.
Y si bien esto parece una forma potente de reivindicar lo que tantas mujeres han dicho por generaciones, también pone sobre la mesa un problema serio: ¿por qué se ha ignorado este dolor tanto tiempo?
Lo que sienten muchas mujeres tiene respaldo fisiológico: las contracciones del útero, causadas por las prostaglandinas, pueden interrumpir el flujo sanguíneo, generando un dolor comparable al de un ataque al corazón. Esto no significa que sea igual de peligroso, pero sí igual de intenso.
Lo más alarmante es lo poco que se ha hablado de esto a nivel médico. En parte, porque el dolor en las mujeres históricamente ha sido subestimado o tachado de exagerado. Todavía hoy, estudios demuestran que los hombres reciben atención más rápida en urgencias por síntomas similares.
¿Por qué los cólicos pueden llegar a ser tan dolorosos?
Durante la menstruación, el útero se contrae para expulsar el endometrio, el tejido que se formó en caso de embarazo. En este proceso se liberan prostaglandinas, unas sustancias que provocan esas contracciones, pero también inflamación y dolor. Entre más prostaglandinas se produzcan, más fuerte será el dolor.
Esto puede explicar por qué algunas personas apenas sienten molestias y otras quedan completamente fuera de combate durante uno o varios días. Además, si hay condiciones médicas como endometriosis o síndrome de ovario poliquístico, los cólicos pueden ser todavía más severos y difíciles de manejar.
También hay un componente emocional. Vivir con un dolor recurrente y normalizado, sin recibir apoyo ni atención adecuada, genera frustración, ansiedad y una sensación de incomprensión. Todo eso puede aumentar la percepción del dolor y afectar la calidad de vida.
¿Cuándo debe preocuparte el dolor de cólicos?
Aunque los cólicos menstruales son comunes, no deberían ser incapacitantes. Si cada mes el dolor interfiere con tu vida cotidiana, no es “normal” y vale la pena hablarlo con un especialista. Especialmente si va acompañado de sangrado excesivo, fiebre, mareos, náuseas o dolor que no mejora con analgésicos de venta libre.
Muchas personas tardan años en obtener un diagnóstico de condiciones como endometriosis, precisamente porque se piensa que el dolor “es parte del ciclo”. Pero la realidad es que el dolor crónico nunca debería ser aceptado sin una revisión adecuada.
La buena noticia es que cada vez hay más conciencia sobre el tema y, con ella, más opciones de tratamiento y apoyo. Desde medicamentos específicos hasta terapias hormonales o intervenciones quirúrgicas, lo importante es no resignarse y buscar una solución.
¿Lo sabías?